El tema es descabellado por donde se lo mire.
Para empezar, no corresponde una comparación de la Shoá con la dictadura argentina.
Es una falta de rigor histórico absoluto esa comparación.
El fanatismo y la manipulación histórica que fabricó el kirchnerismo llevó a que cualquiera que tenga una idea vinculada al rigor histórico en los 70 sea vilipendiado y humillado por intentar defender la verdad.
Para algunos, salir del discurso de la secta implica soportar agravios y agresiones por parte de los cultores del discurso único.
Tuve que soportar desde escraches y pedidos de dinero para parar el hostigamiento hasta amenazas de muerte por decir que la cantidad de desaparecidos está fijada oficialmente por el Estado argentino y que no decir 30 mil no le quita gravedad al tema.
Y que si se tratara de una sola persona desaparecida sería gravísimo igual.
Dado mi carácter humanista, mi interpretación es que cada persona que desapareció tenía una historia y una identificación, y que esconder eso detrás de un “número simbólico” le quita la debida condición de tragedia a cada una de las personas que desapareció.
Cada desaparecido es una tragedia individual.
Por eso es importante que no se lo masifique detrás de cifras simbólicas y colectivas.
También afirmé que las muertes y desapariciones no habían empezado en la dictadura sino en el gobierno justicialista del 73 al 76 y que las organizaciones terroristas Montoneros y Triple A (que provenían del justicialismo) junto a otras como el ERP habían atacado en democracia y se habían cobrado muchas víctimas.
Asimismo aclaré, una y otra vez, que nada de lo que afirmaba bajaba mi nivel de condena a lo que había pasado en la dictadura.
Pese a todo eso, fui hostigado como es hostigado cualquiera que no esté de acuerdo con el discurso oficial sectario de los 70 y, para mí, los 70 no tuvieron nada de “románticos” ni de “épica militante”.
Fueron años de tragedia donde murió demasiada gente.
Años espantosos, dicho de otra manera.
Para algunos los 70 se deben contar de una sola manera: la de ellos
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