Despidos K y
movidas raras dentro de la Agencia de Inteligencia
Por Christian Sanz
Fuente: Tribuna de Periodistas
Mientras
la justicia investiga por presunto espionaje al macrismo, en la Agencia Federal
de Inteligencia (AFI) siguen ocurriendo irregularidades de diversa índole.
De hecho, a la polémica purga de los cientos
de agentes del macrismo que se dio en los últimos meses, se ha sumado la
eyección de empleados de la ex SIDE que tienen casi una década de antigüedad.
Es
decir, que habían entrado en el
propio gobierno de Cristina Kirchner.
Lo
curioso es que, quien tomó la decisión, es un nieto de desaparecidos llamado
Ezequiel Rochistein Tauro, quien cobró relevancia en 2012 al recibir su nuevo
DNI tras haberse negado por más de diez años a realizarse los pertinentes
estudios de ADN.
Rochistein
Tauro, quien apareció “mágicamente” en el mundo del espionaje vernáculo, supo
trabajar en el Ministerio de Seguridad de la Nación durante el gobierno de
Cristina y hoy ocupa, en reserva, un cargo con enorme poder dentro de la ex SIDE,
donde hace y deshace a gusto.
Allí
mismo, en los pasillos de 25 de Mayo 33, un chiste comenzó a resonar en los
últimos días:
“Estela
De Carlotto tomó la AFI”.
Ciertamente,
ya se había refrendado una avanzada fuerte por parte de La Cámpora dentro de
ese mismo organismo, a través de un ladero que responde directamente a
Cristina, Esteban Orestes Carella. Los detalles de su incorporación los contó
Tribuna de Periodistas en diciembre de 2019.
Para
quienes no lo recuerdan, Carella es un ex gerente de la agencia de noticias
Télam que fue desplazado de su puesto en enero de 2015 por haber difundido información del vuelo de avión que tomó Damián
Pachter, el periodista que informó en las redes sociales que algo había pasado
en casa de Alberto Nisman el 18 de enero de ese año, horas antes de que se
diera el hallazgo de su muerte.
El
“paso en falso” de Carella expuso aquello que Pachter venía sosteniendo:
Que
el kirchnerismo seguía de cerca sus pasos.
Pero
no fue lo único que le costó la carrera en la agencia estatal: también se lo
señala por manejos desprolijos respecto de los fondos de Télam.
Volviendo
a la trama actual, este portal pudo saber que en la actualidad algunos de los
“soldados” de Fernando Pocino han perdido poder dentro de la AFI.
Para
los menos avispados, se trata de quien supo ostentar el cargo de Director de
Reunión Interior en esa agencia y hacía espionaje sobre periodistas críticos
del kirchnerato (quien escribe estas
líneas fue una de sus víctimas).
Por
caso, Luis Hidalgo, ex delegado de Venezuela en la época de Francisco “Paco”
Larcher —el “número dos” de la ex SIDE en épocas de Néstor K, “cercano” a
Alicia Castro—, quien lo había sucedido en su cargo, fue eyectado en las
últimas horas.
Quien
se habría “salvado” fue Diego Raitano, también del grupo de Pocino, que fue
castigado y puesto a las órdenes del ya mencionado camporista Carella.
Raitano
es quien aparece involucrado en el secuestro de Enrique Alfonso Severo, el ex
empleado ferroviario que fue secuestrado a punta de pistola durante 22 horas en
octubre de 2012.
Horas
antes de declarar en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra.
“Están pasando
cosas raras”,
insisten en decir dentro del edificio de la AFI, no sin preocupación. Explican
a TDP:
“Hoy se puede
ser ‘amigo’ y mañana estar en la vereda de enfrente, por el capricho de
alguien… nadie sabe qué pasará con nosotros”.
En
medio de la pandemia, la economía destrozada y otras coyunturas argentas, este
parece ser el tópico menos importante del país.
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