"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 21 de julio de 2020

El periodista Pablo Rossi criticó la frase de Alberto Fernández al Financial Times


sostuvo que “es imposible imaginar que Cristina Kirchner le permita trazar un programa económico coherente”.

No se le puede creer a Alberto Fernández cuando afirma no creer en los planes económicos.

Le dice eso al Financial Times, pero después en Pagina/12 alega que el plan es dividir a las provincias o se lee en Ámbito Financiero que el gabinete le entregó una carpeta con 370 páginas.
No se sabe si es un plan o son escritos de cada uno de los Ministerios.
Hace décadas que no hay en la Argentina un plan económico.
La frase de Fernández explicita que no tiene idea quién le puede proveer un plan económico.
Cristina Fernández no lo deja juntarse con los empresarios, imposible de imaginar que le permita trazar un programa coherente.

No hay ni habrá plan en tanto el gabinete sea lo que es.
En tanto la economía esté en manos de Martín Guzmán, que será un golden boy de la teoría en las universidades extranjeras y un ayudante de cátedra de Joseph Stiglitz, pero no tiene la menor idea de cómo transitar la economía real.

Estamos en plena negociación con los bonistas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el presidente le confiesa al medio más influyente del mundo en materia económica que no cree en los planes.

Es una actitud chavista, trumpiana, bolsonarista.
Son las palabras de un díscolo y no de un jefe de Estado que se jacta de ser sobrio y dialoguista.
Es una improvisación de la cual el mundo toma nota.

Al mismo tiempo, los acreedores rechazan la oferta del Gobierno.
Acuerdo parcial no es acuerdo, es default.
¿Alguien puede creer que el FMI nos va a llevar el apunte si no arreglamos con los bonistas?
¿Qué ilusiones estamos armando, comprando y vendiendo como información?
¿Hasta cuándo van a jugar con fuego?
Mientras tanto, el gabinete económico habla únicamente de seguir subsidiando.
¿Con qué plata?
Con el peso argentino, cuya emisión ya no da abasto.

Tal es así que se vieron obligados a realizar una licitación para importar billetes.
250 millones de papeles hay que comprar porque no se quiere emitir el billete de $5000.
Eso sería admitir que la confesión está desmadrada.

Hacer un resumen de la Argentina pone a prueba la psiquis.
Si uno quiere entender la realidad nacional, debe ser sacado con un chaleco de fuerza.
Es absolutamente incongruente, disparatada y mediocre.

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