Alberto
Fernández: “La cuarentena no existe más, vamos a seguir hasta el 30 de agosto
con el sistema actual”
Por:
Rubén Lasagno
La
mitomanía es una enfermedad grave que se define como “un trastorno psicológico
que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica.
El
mitómano miente para ganar prestigio, manipular a los demás o hacer daño.
El
Presidente de la República, Alberto Fernández, es un mitómano.
Hay
una cantidad de pruebas suficiente para demostrar fácticamente que este hombre
ha dicho una cosa, luego se ha desdicho e hizo exactamente lo contrario.
En
otras oportunidades desconoce la realidad a la cual fuerza mediante argucias
semánticas, que en idioma llano es:
mentir.
Entre
esas cosas vamos a enumerar unas pocas, para comprender lo que trato de
expresar.
Alberto
Fernández desterró la palabra “Cuarentena” de su léxico; es más, en su última
aparición estelar, para anunciar que seguimos presos en los domicilios hasta
fines de agosto y luego de más de 150 días de encierro, comercios sin
funcionar, Pymes fundidas y gente con diversos traumas a causa del encierro,
además de los que no pueden comer porque no trabajan, el presidente Alberto
Fernández usó un ardid típico del kirchnerismo: negó la realidad.
Mentira
1: Dijo que no hay cuarentena, pero no explicó por qué no se puede volar, dado
que AA está parada,
no
se puede desplazar de un lugar a otro, ya sea intra provincial o
interprovincial (de hecho un padre no pudo despedirse de su hija con cáncer,
porque no le permitieron entrar en Córdoba),
no
se puede transitar sin permiso, después
de determinada hora se aplica un virtual “toque de queda” no declarado y
además, no dijo por qué no derogó los Decretos presidenciales que firmó,
inclusive el último donde enumera
fuertes sanciones para quien rompan la cuarentena incluyendo en reuniones
familiares, con todo lo que ello implica desde el punto de vista de las
garantías constitucionales que se vulneran.
Es
decir, no hay cuarentena, pero hay cuarentena.
Mentira
2: Aumento a los jubilados:
El
presidente anunció el 7,5% de aumento.
Y
habló de todo lo que el gobierno hace a favor de “los que menos tienen” y
especialmente “de los jubilados del país que son el sector más carenciado”. Claro, lo que
no dijo Fernández o se le olvidó en el fragor del discurso, que fue su propio
gobierno desde el primer día, quien por orden suya congeló por 180 día las
jubilaciones, les sacó la actualización por el índice inflacionario y solo él
dispone, desde entonces, cuándo, cómo y cuánto, les aumentará.
Sin
embargo, en campaña dijo que el primer día de gobierno le aumentaría el 20% a
la clase pasiva.
No solo no le
aumentó, sino que le rebajó más del 10% sus haberes jubilatorios.
Pero
como si eso fuera poco, acaba de renovar por otros 180 días más el
congelamiento de los aumentos jubilatorios,
mientras asaltan el Anses con subsidios, préstamos y planes a todo el mundo, en
detrimento, por supuesto, de la propia clase pasiva.
Mintió
descaradamente antes, durante y después.
Mentira
3: El INDEC increíble:
Dijo
el gobierno que la inflación del mes de junio era del 1,9% mensual.
Cualquier
Consultora que mida e inclusive cualquier habitante del vasto territorio
nacional que vaya a un supermercado, se
da cuenta que su dinero se ha licuado en más de un 180% desde enero a julio.
El
INDEC retomó su vieja costumbre de dibujar los números de acuerdo a su
subjetiva forma de manipular las cifras y así como lo hizo en la década robada,
volvieron con las mismas mañas, las misas urgencias y el mismo relato:
La
necesidad de mentir en las cifras para que yendo mal, el gobierno nos diga que
vamos bien.
Mentira
4: “No está en mis planes tocar a la
Justicia ni ocuparme de la CSJ”, dijo Alberto el mentiroso y acto seguido
contribuyó, apoyó y potenció la conformación de una comisión de abogados, cuyo
jefe es el Dr Beraldi, quien representa a Cristina Fernández y Cristóbal López,
para que “lo aconsejen” sobre cómo reformular la justicia y luego ampliar los
miembros de la Corte Suprema.
Esta
jugada artera del presidente, respondió a una necesidad de mentir ante la
opinión pública y el electorado, porque
el fin de todo era y es licuar las causas sobre la familia Kirchner y todos los
corruptos ex funcionarios K, presos con toneladas de pruebas, de las cuales
(incluyendo la jefa de la banda) no se pueden defender.
Ya
metieron con forcé el proyecto ilegal en el Senado, una escribanía oficial K y
en Diputados Sergio Massa y el vago (Máximo Kirchner) tratan de negociar a
costa del pueblo argentino, la impunidad para la familia K. Alberto Fernández,
es cómplice.
Mentira
5: En Argentina no existe el corralito.
La
frase corresponde al presidente, cuando fue indagado al aire por periodistas
que en una de sus pocas apariciones en una suerte de “conferencia” acotada a lo
que el mandatario quiere responder, negó que haya “corralito”.
Sin
embargo no se puede comprar más de 200 dólares y con proyecciones a ser anulado
en cualquier momento, se grava con un
30% más la compra de divisas, compras en el exterior gravadas,
importaciones cerradas y coartada la libre disponibilidad de manejo
acceso o giro al exterior de moneda extranjera.
Podemos
seguir, pero es innecesario.
Alberto
Fernández, además de un títere del clan Kirchner-Massa, es un desvergonzado, un mentiroso y un cómplice del proceso impúdico de
su vicepresidente por lograr la impunidad para la corrupción de Estado pasada, actual
y futura.
Como
si todo esto fuera poco, acaba de decir que a la Argentina le fue mejor con el
coronavirus que con Mauricio Macri.
Si
lo que vive hoy el pueblo argentino es mejor que lo de los últimos cuatro años,
está claro que, además de mentiroso, falso y desvergonzado, el presidente está alineado y ni siquiera
es capaz de ver lo que le está ocurriendo al pueblo argentino, por las
decisiones que toma desde el mismo lugar que ocupó su antecesor..
El
7 de agosto de 2019 en el cierre de campaña, el hoy presidente dijo
“Si
alguna vez no cumplo con mi palabra, salgan a la calle a recordarme que les
estoy fallando”.
El
17 de agosto del 2020, después del clamor popular en las calles, exigiéndole
que gobierne para el pueblo y no para los corruptos que ampara dijo “No
nos van a doblegar los que gritan…”
Está
todo dicho sobre el kirchnerista que estuvo agazapado durante años contando
intimidades de quien lo eligió, le ordena y conduce, en esta etapa como
presidente de los argentinos.
Es falso,
incumplidor serial y mentiroso patológico.
No
hay mucho más para agregar sobre lo que está a la vista de todos y
lamentablemente experimentamos en el país, a pesar de las advertencias que
emitíamos algunos medios, antes de las elecciones del 2019.
(Agencia
OPI Santa Cruz)
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