NIK DEBIERA DECIRLE A ANÍBAL:

TE HAGO RESPONSABLE DE LO QUE LE PASE A MIS HIJAS Y SI ALGO LES PASA, TE IRÉ A BUSCAR

Por: Rubén Lasagno

El patotero y charlatán Aníbal Fernández, rescatado por la jefa de la banda para demostrar que el kirchnerismo “no arruga”, le mandó una velada amenaza al dibujante NIK, poniendo en las redes sociales: “Muchas escuelas y colegios de CABA reciben subsidios del estado y está bien. Por ejemplo la escuela/colegio ORT. ¿La conocés? Sí que la conocés… O querés que te haga el dibujito? Excelente escuela lo garantizo. Repito… ¿La conocés?”

El acto de este descerebrado todo terreno, al que manoteó Cristina Fernández para asegurarse el choque frontal con la prensa, especialmente de la cual guarda un profundo odio, ya no asusta a nadie.

Es un mamarracho con órdenes, que tiene pinta de inteligente y es un ordinario nato, con el agravante que debido a la función que le dieron, nada menos que Ministro de Seguridad, disparar una amenaza de este tipo es doblemente grave, pero además porque se sabe que “La morsa” tiene relaciones peligrosas, otrora aceitadas, con lo peor de las barras bravas y por lo tanto la mano de obra desocupada pasa a ser su herramienta favorita a la hora de amenazar indiscriminadamente y mucho más, si se trata del periodismo al que desprecia.

El mismo Aníbal es la mano de obra desocupada del gobierno nacional, no se debe olvidar que fue elegido como interventor de YCRT en Santa Cruz y su función principal fue la de echar de un plumazo y con la complicidad gremial y política de esta provincia, a 417 trabajadores, en plena pandemia, con un DNU del presidente en plena vigencia, que prohibía el despido de personal en todo el país y todo esto transcurrió sin ninguna consecuencia legal y/o política, para él ni para el gobierno nacional, quien además, usó a esa gente en el yacimiento, para llegar al propio poder desde donde luego, los desconoció.

La responsable de que este mamotreto esté en el gobierno nacional, es Cristina Fernández y esto también debe castigar el votante en noviembre y en el 2023.

Aníbal es un ladero necesario dentro del comportamiento desesperado del kirchnerismo radicalizado, en tiempos donde el populismo berreta debe sacar las uñas como gato enojado, para medirse con un humorista gráfico.

Y no es la primera vez que ocurre.

La incontinencia verbal, el ataque a la prensa y la nula absorción de las críticas, nos lleva a recordar la arremetida de Cristina Fernández, la jefa de Aníbal en el 2008, cuando ante un dibujo de Hermenegildo Sabat, donde aparecía ella con la boca cruzada por una “X”, lo calificó como “un mensaje cuasi mafioso” comparándolo con el golpe de las dictaduras y dijo “Esto no contribuye a la erradicación de la violencia de género. La violencia simbólica contra la mujer termina validando la violencia física”.

Luego, Cristina se preguntó: “¿Nos quieren calladitas y obedientes? “; justo ella a quien no la puede hacer callar ni la realidad la cual transcurre por el camino opuesto a sus inescuchables discursos.

Volviendo a Aníbal Fernández, yo creo que Nik no debe salir a decir que tiene miedo, porque en definitiva es lo que pretende el Ministro y que eso termine en la autocensura.

En lugar yo le habría contestado por los medios al funcionario del circo, primero que lo hago absoluta y totalmente responsable de todo lo que le pase a mis hijas/familia  y en segundo lugar, decirle que si algo les pasa, es a él al que iré a buscar.

Paralelamente lo denunciaría ante la justicia por muchos delitos que se le pueden imputar como Ministro de Seguridad y el uso de información personal para la amenaza pública y paralelamente en los organismos internacionales para que le exijan al gobierno nacional su renuncia.

Un funcionario como Aníbal Fernández es solo posible en una Argentina como la actual.

Y si la gente no castiga estas ofensas institucionales, este manoseo político, esta corrupción grosera y revanchista que volvió para terminar lo que empezó en la década afanada, nuestro país no tiene futuro ni destino.

El nacional socialismo K que representa Aníbal Fernández, Manzur, CFK, Máximo y una troupe de cientos de servidores políticos que se enriquecen con los dineros públicos, es el cáncer de un país en terapia intensiva en la fase terminal de la República, que necesita de una operación brutal, a corazón abierto y sin anestesia.

Son el voto y la justicia las herramientas, el arma para destruir esta oprobiosa enfermedad y no se puede pensar en un país con futuro, si no se extirpa definitivamente este cáncer social que ha hecho metástasis y nos está llevando a la muerte cívica y social.

Las urnas son la mesa de operaciones donde la sociedad debe liberarse de esta lacra y proponer que de acá en más, la sociedad pueda auto depurarse para conservar la esperanza de que barrida la pandemia política, podamos construir un país mejor.

(Agencia OPI Santa Cruz)