"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 13 de noviembre de 2008

ARGENTINA: Un ejemplo a NO "imitar"

Argentina: Un ejemplo a no imitar


Unas semanas atrás, en todos los periódicos del mundo se leían noticias sobre como el presidente de Estados Unidos proponía un mega plan para hacer frente a la crisis financiera con recetas de corte intervencionista. En la misma línea actuaban el primer Ministro Británico Gordon Brown, el presidente francés Nicolás Sarkozy, y la premier alemana Ángela Merkel. Quienes supuestamente eran partidarios de la libertad en el mercado y el gobierno limitado se estaban entrometiendo en las economías de sus países para que éstas no caigan a pedazos. Cabía preguntarse entonces ¿qué harían aquellos que siempre estuvieron a favor de una economía planificada? ¿Hasta donde llegarían los que siempre fueron adeptos de resolver los problemas vía estado? La respuesta era de esperar -o de temer- muchos se aprovecharían de esto para pasarse nuevamente de los límites.


La aportación Argentina ha consistido una vez más en empeorar la situación. La presidenta del país, haciendo uso y abuso de su retórica, se jactó de calificar de irresponsables a todos los ricos de Wall Street que prestaron e hicieron negocios con dinero de “otros”. Argentina, casi siempre supera la realidad y si en Manhattan hubo quienes actuaron irresponsablemente, en la City Porteña hubo mucho más. Los Kirchner anuncian una medida, una disposición específica de contenido concreto, capaz de desplazar de la portada de los periódicos del mundo a la crisis financiera internacional, el gobierno decide “cuidar de los ahorros de su gente”, y confiscar los fondos de pensión.

Según la Real Academia de Lengua Española, confiscación significa: “Pena o sanción consistente en la apropiación por el Estado de la totalidad del patrimonio de un sujeto”. Concepto que viene a aclarar la situación que hoy soportan muchos argentinos, confiscan sus cuentas personales, individuales, particulares, propias: es decir un atropello, un abuso, un exceso, una ilegalidad, a un derecho vital del ser humano, su propiedad privada. Lo anterior define la acción de un estado socialista. Definamos ahora socialismo. Según Jesús Huerta de Soto, “Socialismo es toda coacción o agresión sistemática e institucional que restringe el libre ejercicio de la función empresarial en una determinada área social y que es ejercida por un órgano director que se encarga de la necesaria tarea”. Hay que volver a leerla: COACCIÓN; AGRESIÓN INSTITUCIONAL, RESTRICCIÓN DE LIBERTAD. El autor llega a la conclusión de que el socialismo es antihumano ¿Cabe alguna duda? Los ejemplos sobran: Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba, Nicaragua, ahora Argentina y la lista sigue.

Hay 9 millones de argentinos, que “responsablemente”, pensando en su futuro, mes a mes, decidieron prohibirse voluntariamente de un mayor consumo actual, y destinar parte de su sueldo a un fondo individual de capitalización, como forma de ahorrar para tener una jubilación a la hora de retirarse del mercado laboral. Esos fondos serían administrados por una entidad privada, una AFJP. Lo más importante eran las ideas detrás de estos hechos, ideas que demostraban una mejora, una maduración de la sociedad, propia de un país dispuesto a levantar cabeza: AHORRO Y SISTEMA PRIVADO. El ciudadano argentino dejaba de lado el paternalismo estatal, al cuál lo había acostumbrado el peronismo y comenzaba a hacerse cargo de sí mismo, cansado de un estado que malgastaba los recursos, decidía optar libremente por el sistema privado, sin comprometer más que sus propios ahorros.

¿Siempre Argentina va a ser ejemplo de lo que no se debe hacer? ¿Siempre nos van a estudiar como un caso peculiar por la magnitud de los daños que causamos a la economía del país? Probamos todo: hiperinflación, corralito, corralón, pesificación, devaluación, inflación y ahora nacionalización de fondos de pensiones ¿Siempre nos van a recordar por aportar para empeorar las cosas? ¿Otra vez el riesgo país por las nubes? ¿Otra vez por todos lados la palabra default? Vivir en un país como argentina no es sencillo: nada es constante, nada es seguro, y las reglas de juego cambian continuamente. Pero vivir fuera de argentina –como es mi caso- tampoco es tarea simple, ya que somos quienes tenemos que responder y dar explicaciones a preguntas tales como: dado que argentina fue el granero del mundo, llegó a ser potencia, alcanzó un ingreso per cápita casi igual al de Estados Unidos, ¿Por qué no son Canadá, Australia o Irlanda? ¿Cómo un país con tantos recursos naturales y humanos, como un país tan rico puede llegar a esta situación? Tenemos una respuesta que abarca demasiado: Argentina tiene un virus, un virus que pasan los años y es cada vez más letal, un virus que el país lo tiene desparramado y con metástasis en toda su extensión. Se trata del virus del igualitarismo, de la envidia social, de la irresponsabilidad y del intervencionismo desmedido, virus que se encuentra encarnado en una y otra vereda política. Virus que tuvo su apogeo en los mandatos de los peronistas, que, como dice Borges “son incorregibles”.

Por Clara Ciuti

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