"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 28 de noviembre de 2009

El ascenso de los cascarrabias

“Busca tu dicha”
“Piensa en positivo”
“No estás envejeciendo, estás mejorando”

Por lo que parece en tiempos difíciles hay un clisé alentador para cualquier desafío conforme los alegres y optimistas nos vamos hundiendo en el estrés… Pero también lo hacen los viejos cascarrabias.

“Los sesenta no son los nuevo cuarenta… ¡Son sesenta, idiotas!, grita el cómico Lewis Black, que está desesperado porque le falta poco para ser un sexagenario.
No es que a los veintidós fuera menos irascible. Ésa es la edad en que comienza la declinación, declara en el film “Completamente negro”

¿Su solución?
No hay que seguir festejando los cumpleaños pasada esa edad porque lo único que tenemos por delante, es sufrimiento, decadencia y muerte…

Tampoco hay que suponer que una actitud efervescente puede revertir la decrepitud, según Barbara Ehrenreich. En su nuevo libro: “Cómo la infatigable promoción del pensamiento positivo socavó a los EE.UU”, cuenta que cuando le diagnosticaron cáncer tuvo que soportar que la inundaran de “estúpidas cintas rosadas” y lemas edulcorados, cómo: “Cuando la vida nos entrega limones, hay que sonreír”
Todo eso la enfurecía.
El mensaje era “que tenía que estar contenta y aceptar las cosas… y que una no se iba a recuperar, a menos que así fuera…, declaró al New York Times.

Ehrenreich y algunos que pensaban como ella decidieron bautizarse “los Negativos”.

Consideran que el pensamiento positivo, que no se basa en la realidad, derivó hasta en la burbuja de las hipotecas subprime y el consiguiente derrumbe financiero.

Micki McGee, socióloga de la Universidad de Fordham (Nueva York) y miembro de Negativo, analizó el lenguaje de la cultura de la auto ayuda:
- “Sí se sueña con algo y se lo cree, se hace realidad”. Este tipo de pensamiento contribuye a la burbuja económica cuya reciente explosión presenciamos y sufrimos”

Los Negativos, agregó Ehrenreich, aspiran a “despertarnos de ese engaño masivo”.
En un mercado laboral salvaje, ya son muchos los trabajadores jóvenes que se despertaron.

Ron Alsop, autor de “Los chicos premiados crecieron: Cómo la generación del milenio conmociona el mundo laboral”, declaró que a la generación actual “siempre se le dijo que podía lograr todo lo que se propusiera”…

Ya no es así. Los optimistas de todas las edades experimentaron un sacudón.

Alina Tugend se pregunta sí la pasión laboral se “exageró”.
¿Estamos cayendo en la trampa de creer que el trabajo – y, de hecho la vida – siempre debe ser fascinante y por completo absorbente?”, agregó, sobre todo, cuando son tantos los que pierden sus empleos… que distan de ser perfectos.

Por otra parte, sí algunos de esos trabajadores despedidos consiguen reciclarse en una carrera que les resulte más atractiva, sigue existiendo un viejo adagio que puede pedirse prestado a los viejos cascarrabias:
- “El éxito es la mejor venganza”
Pero la verdad es que un verdadero cascarrabias, sería demasiado gruñón hasta para eso.

La compañía cómica británica Monty Python, es tan famosa que figura incluso en el Oxford English Dictionary.

Sin embargo, como declaró Pyton Terry Jones:

- “Queríamos ser interminables. El hecho de que “pythonesc” ahora sea un adjetivo del O.E.D, significa que fracasamos rotundamente”
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Copyright 2009 The New York Times

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