"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 31 de marzo de 2010

La hipocresía de Miguel Pichetto...

UN CARADURA EN EL GOBIERNO

"Quiero ser sincero", dijo el senador nacional Miguel Ángel Pichetto (Río Negro-FpV), mientras él era, precisamente, o mentiroso o hipócrita.

Pichetto dijo: "No soy economista pero trato de informarme", y afirmó que el debate sobre el uso de reservas del Banco Central se encuentra habilitado en USA e, inclusive, lo introdujo José Mujica en Uruguay.

Acerca del debate en USA, Pichetto debería ser honesto o sincero y dar cuenta que la economía estadounidense sobrevive a la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929, mientras que el Gobierno argentino ha sostenido que no padeció esa crisis. En ámbitos domésticos como exteriores, los Kirchner afirmaron (y se ennorgullecieron) o que la Argentina 'surfeó' esa crisis global o directamente nunca la sufrió.

Por lo tanto, para comenzar, el enfoque sobre las reservas del Banco Central de la República Argentina es bien diferente a lo que pueda acontecer en USA.

En el caso de José Mujica, él dijo que pretendía utilizar las reservas de libre disponibilidad del Estado uruguayo para financiar la realización de obras de infraestructura y un sistema de escuelas de tiempo completo.

Eso no equivale a desendeudamiento. Más allá del debate, que en Uruguay no es tan sencillo para Mujica pese a su enorme popularidad inicial, utilizar las reservas para invertir en formación de recursos humanos y en infraestructura que agilice el comercio exterior, es bien diferente a destinar las reservas para desendeudamiento, en especial cuando los Kirchner no han explicado todavía acerca de los errores de elaboración del Presupuesto 2010, en el cual había partidas presupuestarias que debían cubrir vencimientos que ahora resulta que son insuficientes.

Pichetto dijo que esperaba que ahora el Legislativo avanzara en una legislación que conceda "seguridad y previsibilidad definitiva" al uso de las reservas del Banco Central, pero Pichetto, por dar un ejemplo, votó a favor de la intangibilidad de los depósitos bancarios y poco después votó a favor de las medidas de emergencia que introdujeron la pesificación asimétrica de esos depósitos bancarios.

Por lo tanto, ¿qué credibilidad definitiva reclama Pichetto cuando su problema es la pérdida de "previsibilidad" y por eso debe agregar la palabra "definitiva"?

Además, existe una previsibilidad presente acerca del no uso de reservas del Banco Central para el pago de deuda pública a privados. Pero resulta que al kirchnerismo no le satisface esa previsibilidad y pretende otra previsibilidad. Esa es la cuestión de fondo.

Luego, se deslizaron otras falacias en el discurso de Pichetto.

Es cierto que las reservas del Banco Central no son un altar pero no se puede habilitar un desendeudamiento cuando, a la vez, el Estado Nacional, las provincias y los municipios están apuntando a ampliar su endeudamiento. Es ridículo el planteo del Ejecutivo Nacional y de Pichetto.

Ellos afirman que hay que utilizar las reservas del Banco Central para mejorar la capacidad de endeudamiento de la Argentina. Ocurre que el modelo de los Kirchner consiste en un incremento permanente del gasto público que, como ya no se puede afrontar solamente con recursos fiscales propios, requiere de endeudamiento.

Y eso no solamente es irresponsable como planteo de política económica sino que arroja fragilidad futura sobre la economía argentina en su conjunto. Requiere de un debate para no repetir errores del pasado reciente.

En otro momento de su discurso, Pichetto elogió el plan de obra pública de los Kirchner, sin detenerse a considerar las sospechas generalizadas de sobreprecios/sobrecostos en ese plan que merece una auditoría más allá de la necesidad de realización de muchas de esas postergadas obras.

Hay que avanzar en el plan de obra pública pero garantizando transparencia (que no la hay), y no a libro cerrado. Pero los Kirchner, y Pichetto defiende la metodología, reniegan de la auditoría y la transparencia en el gasto.

Pichetto elogió el apoyo del gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, de quien dijo es un "dirigente de otro signo". Pero Saiz estuvo en la Quinta de Olivos el lunes 29/03 como uno de los gobernadores que apoya a los Kirchner. Entonces que Saiz, mientras le daba su apoyo a los Kirchner reivindicara su pertenencia, y la de Gerardo Zamora (de Santiago del Estero), a la UCR, no representa nada. No involucra a la UCR que si no expulsó aún a Saiz y a Zamora es a causa de los complejos problemas internos que aún debe resolver la UCR pero no porque como partido político avale la conducta de ambos mercenarios.

Pichetto dijo que los Kirchner no han dejado caer a ninguna provincia que pueda sufrir dificultades financieras, y consideró que eso es tan elogiable como sostener el sistema docente de las provincias que no pueden pagarlo.

Sin embargo, ¿por qué las provincias deben recibir las dádivas o las migajas o las limosnas de la Nación?

Luego de los cambios ocurridos en el sistema jubilatorio (sistema de AFJP), correspondería que las provincias le regresen a la Nación el sistema educativo. O sea que la Nación no estaría haciendo nada excepcional por las provincias, más allá de fijar una pauta salarial que asegure que ellas no puedan afrontar por sí mismas y, entonces, acudan a arrodillarse ante la Nación.

Las provincias son pre-existentes a la Nación, y en nombre del federalismo ¿por qué la Nación recauda los recursos tributarios coparticipables en vez de que recauden las provincias y ellas sean las que coparticipen a la Nación, en un nuevo modelo de distribución de ingresos fiscales?

Es gravísimo que se siga instalando como justo un sistema aberrante en el cual las provincias carecen de dignidad y devienen en reparticiones del Ejecutivo Nacional.

Miguel Pichetto mencionó "la gran tragedia argentina", tal como denominó a la crisis de 2001 e incluyó a la declaración del 'default' de diciembre de 2001, votado y festejado en el Congreso Nacional. ¿Dónde estuvo y qué votó Pichetto en aquella ocasión? El kirchnerismo también fue promotor de lo que Pichetto llama recién ahora "la gran tragedia argentina", en el 7mo. año de mandato del matrimonio pingüino-bonaerense, y descubren que no hay superávit fiscal como antes y requieren re-endeudarse.

Pero ninguno de los dichos de Pichetto resultan tan descarado como sus referencias a la inflación, que los Kirchner y gente como Pichetto se empeña en desconocer, como si negándola pudieran minimizarla o resolverla.

La inflación está advirtiendo que hay problemas importantes en la macroeconomía argentina. Y es una inflación no solamente en ascenso sino, junto a la de Venezuela, la más elevada de América.

Resulta errado abordar en compartimientos estancos la cuestión de las reservas y la inflación, porque el rol del Banco Central es la defensa del valor de la moneda, que precisamente es afectado por la inflación.

Pero el kirchnerismo no solamente se empeña en insistir en que la inflación es un invento de la oposición sino que Pichetto habló de "manejo irresponsable de la información", como si los medios de comunicación fuesen los responsables de que la remarcación permanente de precios haya regresado a la sociedad argentina.

El enfoque sobre la inflación, de parte del senador nacional Pichetto, obliga a cuestionar su frase inicial: "Quiero ser sincero". En verdad, la sinceridad no se declama, se practica. Y, otra vez la afirmación: o Pichetto es mentiroso o un hipócrita, en cualquier caso carece de credibilidad.

Por eso nunca ganaría un comicio a gobernador en Río Negro, que es su mayor ambición política. Y por eso hoy es kirchnerista y mañana nadie sabe qué será.


Edgar Mainhard / Urgente24

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