Después de más de medio siglo de presencia en la escena nacional, y a pesar de lo maltrecho que se lo ve, el justicialismo podría proclamar a los cuatro vientos, que ha vencido su batalla histórica, que ha cumplido su principal designio estratégico:
El reconocimiento democrático
Ha desaparecido definitivamente la imagen falsa que lo caracterizaba como una fuerza incapaz de garantizar el funcionamiento equilibrado del Estado de Derecho.
(…)
¿Qué es el peronismo, hoy?
Para responder esa pregunta, el imperativo parece ser la “reconstrucción” con la sociedad.
(…)
Los dirigentes y técnicos justicialistas deberán elaborar un nuevo proyecto Nacional, un nuevo paradigma de Nación, que además de “posible”, sea capaz de recrear la esperanza y nutrir a militantes y dirigentes de objetivos claros y banderas compartidas.
Intuyo que uno de los ejes centrales de ese “nuevo paradigma”, ha de ser una revolución en la educación sobre la base de una refundación de las universidades y la investigación concebida como una inversión social y económica conveniente.
No es la primera vez en su historia que el justicialismo debe superar una crisis. Seguramente lo hará también ahora. Pero sólo lo cumplirá cabalmente, si se muestra capaz de redefinir a fondo el concepto de “peronismo” y enarbolar banderas que el pueblo argentino comparta, y sienta ganas de luchar por ello.
Felipe González acaba de señalar que es necesario debatir “primero sobre las ideas” y luego sobre “qué personas” sean las más adecuadas para llevarlas adelante.
El dirigente español agregó que la cuestión es “qué oferta qué añada valor a la sociedad, constituiremos cómo partido y “qué personas” puedan hacer que esa “oferta”, en una conversación permanente con la sociedad, se haga mayoría.
Esa sería la concreción lógica del debate, pero NO garantizo que sea así.
Porque una de las cosas que comporta eso, es “cambiar actitudes culturales” dentro de las organizaciones políticas...
Cosa que aseguro, después de una experiencia “no corta”, que no es fácil...
- “Comparto totalmente estas afirmaciones y las hago propias para el justicialismo”
Carlos V. Corach
A pesar de la vigencia, la nota fue escrita en Marzo 2000
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