Piñera y CFK, sin reunión

Crece el nerviosismo en Santiago

Carlos Vergara
Corresponsal en Chile

SANTIAGO, Chile.- Una nerviosa crispación se dejó caer sobre el gobierno chileno después de que éste se enterara -a través de LA NACION- de que la presidenta Cristina Kirchner prevé conceder el asilo al ex guerrillero chileno Galvarino Apablaza, echando por tierra la autorización de su extradición dictada por la Corte Suprema.

El presidente Sebastián Piñera evitó hablar sobre el eventual asilo del prófugo chileno, horas antes de que llegue al país la presidenta Kirchner.
La visita será mañana, en ocasión de las celebraciones del bicentenario.
La primera autoridad en referirse al hecho fue la ministra vocera, Ena von Baer, quien reiteró que el gobierno chileno seguirá presionando por juzgar a Apablaza en Chile.
- "Vamos a dar todos los pasos y a hacer todos los esfuerzos posibles porque todas las personas que estén involucradas en crímenes que se hayan cometido en nuestro país, sean juzgadas ante la justicia de nuestro país", enfatizó.

Pocas horas más tarde, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, se mostró sorprendido, pero dio señales de que el gobierno chileno está preparado para un escenario adverso: "Siempre ha existido la posibilidad de que la extradición de Apablaza por alguna razón no se concrete. Los crímenes que se cometen en Chile deben ser juzgados en Chile, así que lo que esté a nuestro alcance lo vamos a hacer para completar esa extradición, respetando la soberanía de otros países."
En la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido fundado por el asesinado senador Jaime Guzmán, la noticia no cayó bien.
"Por lo menos en los Estados de derecho democráticos, la discrecionalidad administrativa no tiene lugar cuando los tribunales de Justicia se han pronunciado.

Tengo confianza en que la Argentina va a cumplir lo que los tribunales señalan y no se va a dejar presionar por grupos ideológicos locales interesados en impedir la extradición de Apablaza", puntualizó el senador Hernán Larraín. Dirigió así sus críticas a las agrupaciones de derechos humanos encabezadas por las Madres de la Plaza de Mayo, que han solicitado a Cristina Kirchner el asilo para el ex guerrillero.