"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 16 de mayo de 2011

Haciendo memoria y buscando explicaciones a lo que nos pasa

Por Àngel Fabregat
angelfabregat.blogspot.com/


Dedicado a todas las víctimas del terrorismo, a Jaime Mayor Oreja y a Ortega Lara.

Después de reírme con el humor de Juan Manuel de Prada en su columna del ABC de hoy (14/05/2011) y reconfortarme con el reencuentro con mi amigo Vicent G.P., después de 50 años de no saber prácticamente nada el uno del otro, me doy un repaso por la historia leída, no vivida, puesto que nací en 1938.

La historia más fiable, (los historiadores hispanos y extranjeros más sensatos y creíbles por su trayectoria y su honradez), confirma lo que en mi casa de fe católica romana y de ideología política carlista moderna o progresista (en vocabulario actual), franquista a la fuerza ya se decía en los primeros 40 y 50.

Franco era un dictador, moderado por su catolicismo, un buen militar y un gobernante bastante discutible, con excesiva dureza en la represión tras la Guerra Civil, pero, en todo caso, mucho más honrado, respetable y coherente que la Pasionaria, Carrillo, Largo Caballero y demás republicanos, incluidos los presidentes Alcalá Zamora y Azaña.

Los socialistas, los anarquistas y gran parte de los republicanos centralistas o separatistas, la CNT, la UGT y otros sindicatos habían hecho imposible la convivencia de los españoles: a la mitad de los españoles, si no más, y especialmente a los católicos se les había hecho imposible la vida normal en la España Republicana.
Por supuesto, lo que Stalin y el Comunismo no le perdonaban a Franco era que hubiera sido el primero en derrotar esta otra dictadura, mucho más cruel y represora que la franquista, en el mundo entero, en la Europa que iba de cabeza hacia otra guerra civil como la, entonces, recientemente terminada. Muchos españoles, ingleses, americanos creían que Hitler tenía razón o, por lo menos, más razón que Stalin y que los dos eran un peligro enorme para la libertad, la misma libertad que en la España de los 40 desapareció sustituida por las venganzas y el miedo.
Al fin y al cabo ellos dos habían pactado repartirse Polonia.

Con mi amigo Vicente hemos recordado que en los últimos 50, en los 60 y en los primeros 70 en España (aún franquista) prácticamente ya no había dictadura, como no había socialistas. Sólo había católicos conciliares y comunistas organizados en CCOO, las comisiones de Marcelino Camacho, (algunos socialistas en la UGT de Nicolás Redondo): pequeños grupos o células bien vistas y muchas veces protegidas en parroquias y colegios católicos, que se jugaban el tipo criticando los comportamientos (ya pocos y muy específicos contra esos grupos reducidos) dictatoriales franquistas.

La Ley de prensa de Fraga, el convencimiento de los hijos de los que habían sufrido la guerra y el buen ejemplo de los que la habían hecho, permitieron un ambiente de tolerancia, de convivencia, de arrepentimiento y de perdón mutuo de las gentes de los dos bandos de la Guerra Civil, que anticipaban ya una especie de democracia vivida sin declararla públicamente, ambiente predemocrático de gran calidad humana y de acogida sincera de todos y de estudio sincero de todas las propuestas para dar lugar a una Transición modélica, dirigida por el Rey Juan Carlos y el Presidente Adolfo Suárez, hombres jóvenes de gran visión, de mucho coraje y de inmenso valor, a los que todos deberíamos estar eternamente agradecidos.

De la Historia de la República se desprende una verdad indiscutible:
"Los Socialistas de Largo Caballero, los nacionalistas separatistas, los sindicalistas irredentos quisieron forzar la Guerra Civil para imponer una Dictadura del Proletariado como la de Rusia: eran hijos ideológicos de Lenín y se miraban en la Revolución de 1917"

En España se gritaba Viva Rusia.
La propaganda de izquierdas ha conseguido milagrosamente (¿?) que hoy, en todo el mundo, no se hable de los millones de muertos causados por la Dictadura Comunista en todo el mundo, no se aplique el nombre de genocida a Stalin, no se prohíban los partidos que lleven en su ideario y en sus banderas las ideas y los símbolos de aquel Totalitarismo Criminal y, en cambio, se prohíban (con toda razón) los símbolos y la ideología naci (otro Totalitarismo Criminal), hermano gemelo del otro:
Ambos hijos del marxismo y del nacionalismo, trufados con personalidades paranóicas y sin escrúpulos, con un pensamiento radicalmente relativista en que la voluntad del dictador es ley, porque él domina de facto el parlamento, los jueces y el ejército.
Esa es la dictadura perfecta, que, so capa de defender al pobre, lo esclaviza...

Franco, con el Capitán Lozano a sus órdenes, impidió que la Revolución de Asturias (inicio de esa soñada guerra civil programada por Largo Caballero) triunfase frente al Gobierno de la República.
Franco era monárquico, pero era militar disciplinado y obedeció las órdenes del Presidente de la República y del Ministro de la Guerra.
En Barcelona otro General, el General Batet, (si no recuerdo mal, republicano y católico catalán de comunión diaria, luego injustamente fusilado por Franco) salvó la República de la ruptura de España y la separación de Cataluña.

Desde antes del 2004, no sé si siguiendo las mismas pautas que Largo y que Felipe González (que nunca se atrevió a hacer lo que ha hecho Zapatero, con Chaves, Zarrías, Rubalcaba, De la Vega, Pajín... ) la nueva vía del Socialismo español, la vía que ha roto con la transición, que ha pactado con los separatistas desde antes de llegar al poder, que se ha cargado (esto ya lo inició González en el 85) la Constitución del 78, están pasando cosas que no podemos entender.

Está claro que las claves de todos estos movimientos, siguiendo las órdenes de Carod y su ERC primero, del PNV y ETA después, todo el comportamiento del Gobierno de Zapatero con las Asociaciones de Víctimas del Terrorismo, las manifestaciones de Erkoreca ("se suspende la suspensión de apoyo al gobierno") demuestran demasiado claramente que hay un motivo profundo, oculto, no confesado, que puede explicar estos comportamientos.

Se me ocurren dos explicaciones, ambas incurrectas, políticamente hablando, en la España actual:


1.- El Gobierno del PSOE está atrapado por ETA.
ETA puede disponer de documentación comprometedora para el gobierno, si la pusiese a disposición de los medios.
Por eso el Gobierno se comporta con ese servilismo ante los terroristas, que ni han redimido penas seriamente (como hicieron los que construyeron el Valle de los Caídos, monumento de reconciliación pactado entre Franco y Juan de Avalos, carné nº7 de sos socialistas de Mérida), ni se han arrepentido de sus asesinatos, ni han pedido perdón, ni han entregado las armas.
Encima denuncian a los que les denuncian a ellos.

2.- El Gobierno busca o espera que alguno de los familiares de los asesinados por ETA, hasta ahora siempre ejemplares, pacíficos y dignos de alabanza, pierdan la cabeza y, ante la inoperancia del Gobierno, el cachondeo de los Tribunales (lo del TC es de aurora boreal), se tomen la justicia por su mano.
Estamos de todo corazón con las Víctimas del Terrorismo, estamos totalmente contra la política de este Gobierno de pensamiento relativista, prohibicionista y de tendencias evidentemente totalitarias; pero pedimos a las víctimas y a Dios que nos conserve la calma.
Contra el Pacto del Tinell, votemos todos PP.
Si el PP no gana por mayoría absoluta, y no enmienda esto con ayuda de todos los españoles sensatos, hagámonos, si podemos, húngaros, británicos o americanos del norte.
Porque españoles con honra y orgullo ya no podremos ser.
Sólo serán españoles (como se decía en los primeros años de Franco) los que no puedan ser otra cosa.

"Gracias, ministro, por no haber cedido", Ortega Lara a Mayor Oreja al ser liberado.
Gracias a los Goyo, Miguel Ángel, Regina, Ortega Lara por su valor y su valiente discurso.
Gracias a todos los que pagan de su bolsillo sus asociaciones y reuniones.

No hay comentarios: