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Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 1 de agosto de 2011

Mauricio Macri revalida su título al frente de la alcaldía de Buenos Aires

La aplastante victoria de Macri revuelve las aguas triunfalistas del kirchnerismo
CARMEN DE CARLOS / CORRESPONSAL EN BUENOS AIRES

Macri vence las elecciones a la alcaldía, pero habrá segunda vuelta
Macri denuncia a Cristina Fernández por propaganda en la jornada de reflexión
La crónica de la reelección de Mauricio Macri en Buenos Aires estaba anunciada antes de que se abrieran la urnas.
La totalidad de los sondeos anticipaban una victoria arrolladora para el actual jefe de Gobierno de la ciudad, un cargo a caballo entre gobernador y alcalde.
Lo que estaba por descubrirse ayer en el escrutinio era si el balotaje le daba el tiro de gracia al candidato y ex ministro kirchnerista, Daniel Filmus, -al perder por una diferencia previsible de unos 28 puntos-, y su efecto rebote en las elecciones presidenciales de octubre.
Esos comicios son la verdadera apuesta, o desafío, de Cristina Fernández de Kirchner que en menos de un mes ha perdido en territorios claves como las provincias de Santa Fe y Capital Federal.

Macri no ha tenido que esforzarse mucho para revalidar su título.
En la primera vuelta –el 10 de julio - se quedó con el 47,6 por ciento de los votos, a un paso de la mayoría absoluta que necesitaba para evitar el balotaje.
Al jefe de Gobierno, tradicional en las formas y en el fondo, le bastaba, prácticamente, con sentarse a esperar.
Y eso es, precisamente, lo que ha hecho.
En el camino, ha tenido la ayuda del asesor ecuatoriano, Jaime Durán Barba –vinculado con una campaña sucia que no ha hecho mella- pero mayor ha sido el cable que le han echado sus adversarios o, en rigor, el fanatismo que comulga con la Administración Nacional que responde a la sigla K.

Ellos han contribuido de forma inestimable a hacer de Mauricio Macri –sin formación política y con escasa experiencia- un sólido referente de la oposición dispuesto ahora a pelear, con derecho propio, por la Presidencia de Argentina dentro de cuatro años.

El mensaje del desprecio, la soberbia y la descalificación han sido los grandes derrotados en estas elecciones locales.
Decir eso es recordar una columna del cantante Fito Paez en la que afirmaba que le daba “asco” la mitad de Buenos Aires por votar a Macri.
Sostener esa premisa significa echar un vistazo a las declaraciones de intelectuales que hacen frente común con el kirchnerismo en un pseudo club filosofal, autodenominado Carta Abierta, que se reúne los sábados en la Biblioteca Nacional para, entre otras cosas, filmarse mientras uno de los suyos –en realidad una- anima a colocar los votos de Macri en la basura de los sufragios “podridos”.
Son los mismo que intentaron vetar a Mario Vargas Llosa en la feria del Libro.
No lograron su objetivo entonces ni tampoco ayer.

La derrota de Filmus, podría tener otra letra y otros números si la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, -con índices de aprobación en torno al 45 por ciento- se hubiera involucrado en su campaña pero se mantuvo al margen.
Es decir, le dejó solo y por segunda vez –la anterior fue en el 2007- este sociólogo respetable perdió la oportunidad de administrar un distrito tradicionalmente adverso al peronismo.

Por segunda vez también, la historia se repite y Macri se queda donde está, en la sede de Gobierno de Buenos Aires.
Fin


Fuente: ABC.es

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