Ahora nos llegan con la noticia de que un ministro de la nación de que en otros países, especialmente en nuestra madre patria, España se estaba preparando una red de instalaciones –porque no se les puede llamar clínicas- especializadas en abortos difíciles, es decir, abortos tardíos, hasta de nueve meses.
Nos dicen que hubo un poco de debate en la opinión pública, pero la noticia, el suceso, el evento infausto, patético y deplorable ha desaparecido de la escena.
A los laicos católicos y a todos los que luchan contra el flagelo del aborto, nos interesa seguir el curso de los acontecimientos y alertar a las autoridades de nuestro país. Sin embargo, queda en el ambiente del país hermano la intención de modificar la ley del aborto y seguro que no será en sentido restrictivo.
Conocemos que el aborto en España y en nuestro país, está alcanzando unas proporciones que asustan. 100.000 abortos en un año son muchos abortos, muchos crímenes.
La opinión pública mundial, no puede callar, y las autoridades, iglesia, creyentes, laicos y personas de cualquier religión no pueden ni deben ser cómplices con su silencio en esta matanza de inocentes.
En esta cuestión, como en otras, ha llegado el momento de que los católicos que quieran ser coherentes hagan sentir su voz, hasta donde lleguen.
Se trata simplemente de actuar de acuerdo con nuestra conciencia, defendiendo el derecho a nacer y a vivir de estos miles y miles de niños inocentes.
Yo me atrevo a pedir a todos los católicos, estén donde estén y sean lo que sean, que se posicionen activamente, y actúen según conciencia en este tema del aborto.
Sabemos que es un crimen, que es la eliminación violenta de un ser humano inocente. Sabemos que es una plaga para la educación moral de los jóvenes y la salud espiritual de las familias.
Por tanto tolerancia cero con el aborto!
Todos, religiones, autoridades, médicos y educadores, locutores y escritores, periodistas, todos los que quieran ser católicos de verdad. También, por supuesto, sacerdotes y padres de familia.
Y también, por cierto a los políticos, los políticos católicos, estén donde estén, de derecha, de centro o de izquierda.
Los políticos católicos que lo sean de verdad deberían manifestarse claramente y actuar en todo momento en contra del aborto, al margen de cualquier disciplina de partido, haciendo valer la libertad de conciencia.
Ya es hora de que la opinión católica se manifieste clara y unida en temas tan claros y tan importantes como este.
¿No creen que esto sea más importante que las manifestaciones u ocultaciones, los pactos o desacuerdos, de unos y otros?
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo del Dr. Jorge B. Lobo Aragón por gentileza de su autor.
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