"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 8 de junio de 2015

El Papa le dio una mano a Cristina

El nuevo editorial de Alfredo Leuco en Le doy mi palabra

Sonó casi como una orden de Cristina al Papa.
“La manito, la manito”, pidió la presidenta ante los fotógrafos y el Papa accedió.
Recién entonces se pudieron sacar la foto oficial del quinto encuentro entre ambos.
Es metafórico el momento porque, sin dudas, el Papa le dió una manito a Cristina en todo el sentido de la palabra.
Le dió la mano para la foto y le dió una mano en su embalaje hacia las elecciones.
En pocos días sabremos si además de todo, Cristina será candidata a gobernadora, diputada por el Parlasur o diputada nacional y si alguien mas de su familia, Máximo o Alicia, también se someten al veredicto de las urnas.

El respaldo de Francisco a Cristina es contundente y evidente.
Hace tiempo lo justificaba con su frase de despedida de “cuiden a Cristina”.
Era una apuesta republicana a sostener que la jefa del estado llegara sin deshilacharse a entregar su mandato.
Era una forma de consolidar las instituciones democráticas y evitar cualquier tipo de turbulencia. Pero desde ayer, el escenario es otro.
Claramente el jefe de la iglesia católico fortaleció aún mas a una presidenta que está mas fuerte que nunca y a punto de lograr la reelección del modelo con otro candidato.
Está a las puertas de quedarse en el poder mas allá de quien se quede con el futuro gobierno. Ayer un escriba a sueldo del gobierno tituló su columna propagandística diciendo que “El pato rengo ahora corre maratones”. 
Y en este caso está diciendo la verdad.

Fue tanto al apoyo del Papa a Cristina en pleno proceso electoral que el embajador argentino Eduardo Valdés se atrevió a pronosticar que puede haber dos encuentros mas todavía entre ambos.
Dijo Valdes que tanto en la reunión de Naciones Unidas como en algun país latinoamericano de los que pronto visitará el Sumo Pontífice se pueden producir nuevas reuniones cálidas y cordiales como la que describió Cristina ayer.
Incluso la presidenta destacó que el Papa la había recibido un domingo cuando todos los católico saben que es un día de descanso.
Y no fue un domingo cualquiera.
Fue el día del periodista en la Argentina, uno de los sectores mas castigados y perseguidos por el gobierno mas corrupto de la historia.
Hay mas todavía.
Valdes dijo que el Papa también recibirá a Vladimir Putin y que cuando Cristina lo recibió fue muy criticada, como si Putin fuera el eje del mal.

Nicolás Maduro no pudo ir y acusó una enfermedad para faltar.
Es cierto también lo que dice Valdes, el Papa no hace diferencias con los gobierno autoritarios que encarcelan opositores y violan los derechos humanos como el caso de Rusia y Venezuela.
Hasta ahora no dijo una palabra sobre esas dolorosas realidades en esos países.
Tampoco le pareció oportuno darle el pésame a la familia de Nisman o expresar algún tipo de preocupación al respecto.
En ese sentido, el Papa, abandonó las ambiguedades si es que alguna vez las tuvo.
Ayer fue tan explícito el apoyo que Cristina fue acompañada por dos gremialistas que no son precisamente la madre Teresa ni la honradez en persona.
Tanto Omar El Caballo Suarez como Omar Viviani tiene comportamientos reñidos con la ética que tanto pregona el Papa Francisco.
Suates, incluso está procesado por la justicia.
Guillermo Moreno, el patotero apretador, se mueve como si fuera un cardenal en el Vaticano.
Da indicaciones y ubica a los jugadores en la cancha.

Muchos sectores creyentes y admiradores del Papa como la doctora Elisa Carrió no se explican que está pasando y ponen el grito en el cielo.
Elisa Carrió fue mas allá incluso y le pidió al Papa que no la defraudara y le pidió que cumpliera con su palabra de no meterse en la política argentina.

Cristina fue sincera por lo que dijo y por lo que no dijo.
No hablamos de las PASO, no lo merece ni el Papa ni yo. 
Pero si hubiéramos hablado, yo no lo hubiese contado.
Mas claro, agua bendita.

En síntesis, hay gran debate y revuelo político por este nuevo triunfo de Cristina que le ofreció el Papa en bandeja.
Ella le regaló una canasta con productos regionales argentinos como en su momento el mate y el termo.
El supo emocionar a la presidenta con los zapatitos blancos y las medias haciendo juego para Néstor Iván (el nieto presidencial)
Pero hubo otros presentes no tan explícitos.
La foto con la camiseta de la Cámpora y el llamado a la abuela del comandante Andres el Cuervo Larroque y la foto con el candidato Martín Insaurralde que terminó en afiche.
Si es cierto que el Papa se molestó con la utilización de su figura, ya perdonó y se olvidó del tema.

No tiene ningún tipo de rencor con Cristina pese al maltrato que recibió cuando era el cardenal Jorge Beergoglio en Buenos Aires.
Era considerado por los Kirchner poco menos que le diablo con sotana y un jefe opositor.
La noticia de su consagración fue silbada en Tecnópolis, y fue espiado por Antonio Stiuso por orden de Néstor como lo confirmó su amigo Gustavo Vera.
Horacio Verbitsky lo acusó de entregar gente a la dictadura y los dirigentes mas cristinistas expresaron su desagrado de varias formas.
El bloque de diptuados K no bajó al recinto para celebrar la buena nueva y Luis D´Elía aseguró que el Papa Francisco había sido “impuesto por el imperialismo para romper la unidad latinoamericana”.

Todo eso ya quedó en el olvido.
Hoy Cristina cuenta con el apoyo explícito del Papa Francisco y tal vez haya dos reuniones mas con ella antes de fin de año.
No hay dudas de lo que pasó ayer.
Se pueden ver en las fotos y en las filmaciones.
El Papa le dió una manito espectacular a Cristina.
La presidenta se llevó lo que había ido a buscar.
Solo faltó que algún soldado de Cristina convirtiera el padre nuestro en una consigna y remarcara aquello de:
Cristina, santificado sea su nombre...

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