Salvando
la diferencia en años y circunstancias, el affaire con el ex combatiente y
galardonado de Malvinas: Juan José Gómez Centrurión, me permitió recordar el
caso Dreyfus
El
caso Dreyfus comienza durante el otoño de 1894 sobre la base de una carta
llamada «bordereau».
Esta
carta demuestra que se organizan huidas desde la Embajada de Alemania hacia
París.
Como
consecuencia Alfred Dreyfus es declarado culpable y condenado a cadena perpetua
pues su caligrafía es idéntica a la de la carta.
A
pesar de que el acusado alegó su inocencia y de que no existían pruebas
contundentes en su contra, el Consejo de Guerra lo declara unánimemente
culpable.
A
esta unanimidad, y casi a manera de consecuencia, se le une la aceptación casi
total por parte de la opinión pública francesa, de manera que Dreyfus es visto
y señalado culpable en un acuerdo social que le valió la degradación de su
título militar y la expatriación, enviándolo a la Isla del Diablo en la Guyana
Francesa.
…
Y
es el periodista Emile Zola que escribe J’accuse…! un alegato en favor del
capitán Alfred Dreyfus, en forma de carta abierta al presidente de Francia
Félix Faure.
...
Dada
la noticia del Sr. Gómez Centurión, de inmediato aparecieron dos Zolá:
Nicolás
Kasanzew y Christian Sanz, quienes destacan la honestidad y trayectoria del acusado.
Reafirmando
mi fe en el presidente Macri (lo que no me impide razonar la rapidez con que lo
destituyó):
Los
palos en la rueda que le ponen esos que
todavía no se resignan a la derrota electoral y a que se vaya destapando el
latrocinio a nuestra patria y el fallo de la Corte Suprema (tarifas)
Reconociendo
la buena fe del presidente electo, es de desear que cuando sepamos la verdad,
restituya y “con honores” al señor Gómez Centurión y destituya a quienes
lo hacen equivocar.
Corina
Rios
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