Publicado
por Edurne Uriarte
¿Es
democrático un partido que rinde homenaje y expresa profunda admiración hacia
el dictador Castro en el día de su muerte?
Pues
esto es lo que está haciendo en las últimas horas la extrema izquierda
española, desde Pablo Iglesias con su tweet sobre “el referente de la dignidad latinoamericana y de la resistencia
soberana” hasta todos los demás.
Es
la primera cuestión que plantea el impresentable espectáculo de homenaje al
dictador Fidel Castro que inunda a estas horas una buena parte de los medios de
comunicación.
Es
el viejo y persistente problema:
La izquierda
expresa sin ningún complejo su simpatía hacia un dictador comunista.
De
manera abierta en la extrema izquierda de Iglesias y los suyos y de manera algo
más matizada, tampoco demasiado, en el centro izquierda.
Lo
que incluye, por ejemplo, asombrosas crónicas periodísticas como la de Mauricio
Vicent en El País que sólo dos veces utiliza el concepto tirano o dictador,
pero no para calificar como tal a Fidel sino para señalar que esa, su condición
de dictador, es la opinión de algunos…
Baste
imaginar que se presentara la condición de dictador de Franco como algo
debatible, como la opinión de algunos…
Y,
en ese mayoritario y lamentable espectáculo de pleitesía y fascinación hacia el
dictador comunista, tampoco la derecha política y mediática está libre de caer
en la frivolización de esta muerte.
No
ha desaparecido un líder admirable o un personaje atractivo.
Ha
muerto un represor, responsable de la muerte, persecución y exilio de una buena
parte de los cubanos y de la perpetuación hasta nuestros días de una dictadura
comunista.
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