Carta a los lectores
Opinión
El atentar impunemente contra la vida, como
una forma de "Neo- Colonialismo Biológico de raigambre hitleriana y
totalitaria que amenaza la vida del sector más desprotegido de la Sociedad, del
más desamparado, del más débil uno de los procedimientos con los que el mundo
desarrollado pretende, “para afianzar su dominio” limitar la vida en los países
pobres.
Con esa denominación, se disfraza un plan
para generalizar, propagar y difundir métodos para eludir la concepción….
Como si el embarazo, la maternidad, fuera una
terrible enfermedad de la que hubiera que defender a una Sociedad incauta.
En nombre de la libertad se presiona para modificar las conductas,
imponiendo subrepticiamente una mentalidad anticonceptiva motivando actitudes
individuales, familiares y comunitarias favorables a la aspiración de las
conductas propuestas.
Un masivo lavado de cerebros, con
propósitos explícitos, que tratará de orientar la sexualidad hacia el
placer, el jolgorio, la diversión, a cualquier cosa, menos a su fin natural de
procrear hijos como Dios manda.
Como un cafisio de los bajos fondos, la ley
se propone enseñar y estimular el uso de preservativos.
Desde el punto de vista estrictamente
jurídico, basta observar que para la moral católica todo medio que se aparte
del orden natural en cuanto a la relación de los sexos es intrínsecamente malo
y, como este programa ofrece servicios médicos gratuitos y también provisión
gratuita de anticonceptivos, resultaría que se ésta forzando al contribuyente
católico al sostenimiento de un sistema que repugna a su moral en forma
absoluta, no por mera discrepancia de criterios prácticos.
Sería como si al ciudadano Judío o Mahometano
se obligara a sostener una dieta obligatoria con base de cerdo.
Las afirmaciones francamente opuestas a la
religión van más allá de todo precedente en la Legislación Argentina.
Esto parece hecho para otros.
Para factorías y poblaciones de esclavos, no
para nuestro pueblo.
Se debe instar el
rechazo de esta propuesta nociva que afecta a los fundamentos de la Nación a
asumir la defensa de la vida, de la familia, de los derechos del hombre, de las
libertades tradicionales.
Podemos invocar la religión, la moral, las
costumbres, el simple sentido común y la decencia.
Y también podemos invocar la actitud asumida
por la Argentina en dos magnas conferencias organizadas por la O.N.U. en Egipto
y en la China.
Sería un espectáculo desdoroso que
aparezcamos violando en el orden Internacional los mismos principios que
postulamos para el orden mundial.
Sobre todo cuando ellos se fundan en la
observancia de la ley natural.-
Dios nuestro Señor se compadezca de la
Argentina
Dr Jorge B. Lobo Aragon
No hay comentarios:
Publicar un comentario