Una mirada sociocultural
Por Pablo Docimo, especial para NOVA
Lluvia de mensajes a favor y en contra del 8M
tras la marcha.
Por estos días, y especialmente después de la
manifestación del 8M, se instaló entre los argentinos el debate sobre
"igualdad de género".
En realidad, lo que se puede apreciar, es mucha agresividad e intolerancia por parte
de las feministas, tanto que en el programa que conduce Maju Lozano,
"Todas las tardes", que se emite por canal 9, la conductora decidió
sacar del aire a Malena Pichot, quien estaba siendo entrevistada a través de un
móvil después de haberse enfrentado con Yanina Latorre y Eva de Dominici, y
haberse difundido unas supuestas palabras de Malena sobre el conductor y
periodista Baby Etchecopar, a quien le deseó la muerte.
De ser ciertos los dichos de Malena Pichot,
no hizo más que reproducir lo que decía la inmensa mayoría de feministas en la
manifestación del 8M y anteriores.
Por suerte, este tipo de feministas son una pequeña minoría, que no
representa, en general, el pensamiento de las mujeres argentinas.
La usuaria de Twitter, @PaolaPa05, publicó
una excelente reflexión sobre el tema, digna de destacar.
Otro excelente comentario en las redes
sociales, en este caso en Facebook, es el que hizo Patricia Rodríguez, en
respuesta a otra mujer, Florencia Ariana Benimelli, quien le dijo que era una
"pelotuda" porque dijo que se burlaba, siendo mujer, de las acciones
de estas feministas.
Ambos posteos se aprecian en la imagen de
esta nota.
Realmente, ¿se justifica el accionar tan
agresivo e intolerante de estas militantes feministas en nuestro país?
Una mujer, Cristina Fernández, gobernó
Argentina durante dos mandatos, resultando electa por el pueblo.
En su primera elección, su principal
competidora fue otra mujer, Lilita Carrió, quien actualmente es una de las
figuras políticas más importantes del país.
Hoy, una mujer, Gabriela Michetti, ocupa la
vice presidencia de la nación, y otra mujer gobierna la provincia más
importante del país, María Eugenia Vidal, que no es la única…
Alicia Kirchner es la gobernadora de Santa
Cruz, y dos mujeres, Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay integraron la
Suprema Corte de Justicia en 2004.
Otras mujeres, como Margarita Stolbizer y
Graciela Ocaña llevaron adelante gravísimas denuncias contra la corrupción
kirchnerista, y Patricia Bullrrich es la titular de uno de los ministerios que
tiene a su cargo nada menos que la seguridad del país.
Pero no solo en temas tan importantes hay
mujeres que se destacan en nuestro país.
Yendo a un ámbito más frívolo, si se quiere,
encontramos que en la farándula argentina es una mujer, Mirtha Legrand, quien
tiene el récord de permanecer con su programa de TV al aire durante 50 años, y
Susana Giménez lidera el ranking cuando se emite su programa.
Ahora, citemos otro ejemplo, el de Nahír
Galarza, la joven que el pasado 29 de diciembre, en la ciudad de Gualeguaychú
mató a su novio al que además, le ejercía violencia psicológica.
Nahir no está detenida en una cárcel común,
sino que está alojada en una comisaría del Menor y la Mujer, pero además, se
inscribió en la Universidad de Concepción del Uruguay para seguir con su
carrera de Abogacía.
¿Qué hubiese ocurrido si ella fuera la muerta?
Más allá de que cualquier preso tiene el
derecho a estudiar, seguramente, si hubiese sido al revés su novio estaría preso en una cárcel común con todos los reos
acechando.
Como es mujer, tiene ciertas libertades,
autorizada a empezar estudiar Abogacía y tener una vida más cómoda.
Decididamente, el trato de la opinión pública
no es el mismo si el asesino es "asesina".
De hecho, el trato periodístico tampoco es el
mismo...
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