De
menor a mayor, allí encontramos el caso de Nicolás Ceașescu, presidente de
Rumania de 1967 a 1989, a quien luego de 22 años en el poder se le calculó una
fortuna de $500 millones de dólares escondida en bancos suizos.
En
el puesto N° 9 aparece Saddam Hussein, presidente de Iraq entre 1979 y 2003,
que en 24 años amasó alrededor de $800 millones de dólares, también girados a
entidades financieras suizas.
El
dictador iraquí comparte podio con Odebrecht:
En
2016 la empresa reconoció ante el Departamento de Justicia de los Estados
Unidos que entre 2001 y 2016 pagó $788 millones de dólares en coimas en
relación con cien contratos en doce países, principalmente de América Latina.
Octavo
encontramos el caso Lava Jato, que implicó la extracción de entre $1.400 y $2.000
millones de dólares de la empresa estatal Petrobras (aunque los costos para las
acciones de la compañía y para la economía y la democracia de Brasil fueron
obviamente mucho mayores).
Ocupa
el puesto N° 7 Isabel dos Santos, la mega millonaria empresaria e hija de José
Eduardo dos Santos (presidente de Angola entre 1979 y 2017), cuya fortuna se
calcula en $3.500 millones de dólares.
En
el puesto N° 6, comparten podio con $4.000 millones de dólares el ex dictador
nigeriano Sani Abacha, presidente durante apenas cinco años (de 1993 a 1998), y
el famoso caso Mani Pulite, que movió esa cantidad de dinero en coimas durante
los años 80 y comienzos de los 90 en Italia.
Para
concluir la mitad inferior de la tabla aparece, en el puesto N° 5, Mobutu Sese
Seko, el dictador que gobernó Zaire (ex Congo) durante 32 años (entre 1965 y
1997), a quien se le calculó una fortuna de $6.000 millones de dólares
escondida en bancos suizos.
La
parte alta de la tabla arranca con Zine el-Abidine Ben Ali, presidente de Túnez
(1987-2011) en el puesto N° 4.
De
acuerdo con las investigaciones locales, en especial las vinculadas al recupero
de los activos, en 24 años Ben Ali amasó alrededor de $13.000 millones de
dólares.
Luego
encontramos a Haji Mohammed Suharto, presidente de Indonesia de 1967 a 1998 (el
que más tiempo gobernó luego de Mobutu), cuya fortuna ilegal se calculó entre
$15.000 y $35.000 millones de dólares.
Ocupa
el puesto N° 2 el ex dictador egipcio Hosni Mubarak, quien gobernó el país
entre 1981 y 2011, y que habría extraído rentas ilegales de entre $40.000 y
$70.000 millones de dólares.
Y, finalmente,
se lleva la medalla de oro de la corrupción Ferdinand Marcos, presidente de
Filipinas de 1965 a 1986, a quien se le estimó un patrimonio de entre $35.000 y
$100.000 millones de dólares, y que pasó a la fama porque, según dijeran
algunos de sus colaboradores, se llevó lingotes de oro del tesoro de su país
valuados en $35.000 millones de dólares.
Con
Filipinas compartimos, además de la tabla de los mayores casos de corrupción
del mundo, la colonización española y el híper presidencialismo, régimen que
exacerbó los poderes del sistema presidencial norteamericano y que es
especialmente significativo a la hora de reflexionar sobre los déficits
institucionales que explican nuestra corrupción estructural.
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