Déjennos
transitar los años que nos restan por vivir en libertad, mirando el cielo y
disfrutando el sol
Por
Fernando Marín
No
deseo hacer un análisis sobre si la prohibición de circulación es
constitucional o no.
Admito
que la intención del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta es
absolutamente de buena fe.
Lo
conozco y no se me ocurre pensar de otra manera.
Pero
hagamos la siguiente reflexión.
La
tercera parte de los porteños tienen más de 65 años.
Los
que tenemos más de 70 pasamos por la polio, por el sida, por la gripe A y todo
el abecedario de hepatitis.
Creen
que quienes estamos vivos -y creemos que lúcidos- no
estamos capacitados para cumplir el protocolo que nos exige el gobierno porteño
sin utilizar la prohibición como norma.
Además,
las excepciones que permiten circular invitan a utilizarlas como trampa.
Tenemos
la edad de un menor o de un adolescente.
Son
los años que nos restan por vivir.
Lo
vivido ya está.
Pero
estos años de lucidez o de fuerza y ganas de gozar déjenos que los transitemos en
libertad, mirando el cielo y disfrutando el sol.
Ya
la vida nos dio y nosotros a ella todo lo que se podía.
Nos
queda este cachito nada más.
No
solo nos sabemos cuidar y vamos a cumplir con todo los requisitos, sino que
vamos a ayudar a que ustedes, los jóvenes, se cuiden.
Tenemos
experiencia y gotas de sabiduría…
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