"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 29 de enero de 2009

el fin de la República

Autor: Elías Galati

El origen de la República se remonta a la Antigua Roma y significa literalmente cosa pública (res publica).
Es una forma de gobierno en la cual el poder recae en el pueblo, que lo delega en sus representantes elegidos democráticamente. Estos ocupan sus cargos por un tiempo determinado y no pueden convertirlo ni en hereditario ni en vitalicio (periodicidad de los cargos públicos).

Su característica principal es la existencia de un conjunto de leyes fundamentales, la Constitución, dictada por el pueblo a través de sus constituyentes, que regula la vida política del país.

En nuestro país se encuentra en vigencia la Constitución reformada en 1994, aprobada por la Convención Constituyente y de la cual hemos extractado algunas normas:
Art. 4. El Estado Federal provee a los gastos de la Nación con fondos del Tesoro Nacional.
Art. 16. Todos los habitantes son iguales ante la ley.
Art. 17. Ningún servicio personal es exigible, sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley.
Art. 36. Tendrán las mismas sanciones (inhabilitados a perpetuidad para ejercer cargos públicos y excluidos del indulto y la conmutación de penas) quienes como consecuencia de estos actos usurpen funciones previstas para las autoridades de esta Constitución o de las provincias, los que responderán civil y penalmente de sus actos. Las acciones serán imprescriptibles.
Art. 38. Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y patrimonio.

Los medios de comunicación, prensa, radio y TV del 25 de enero consignan la siguiente noticia: Kirchner reparte obras millonarias en busca de votos. Prometió a intendentes del PJ bonaerense $ 5.000 millones
Tienen que ganar ampliamente las elecciones, ordenó Kirchner hace unos días a un grupo de intendentes justicialistas del interior provincial.
“Por ahora tenes 100 millones. Vas a tener mas si en tu distrito sacamos mas del 60% de los votos.

En 30 días se reunieron en Olivos con Néstor Kirchner 40 intendentes, beneficiados con el reparto de dinero para obras en busca de fidelidad electoral.
La gravedad institucional de esta situación es que el sr. Kirchner es el presidente del PJ, uno de los partidos políticos de nuestro espectro electoral, y que los fondos repartidos eran del erario público.

No debería ser el Estado de acuerdo al art. 4 quien provea a los gastos. O acaso él es el Estado, volviendo al principio imperial de L´Estat c´est moi.

No debería ser igual el reparto de los fondos para todos, en lugar de destinarse a comarcas partidarias.

No es un servicio personal prohibido por el art. 17 obligar a los intendentes a promover las candidaturas de un partido político. Acaso no gobiernan para todos.

No está ejerciendo el presidente del PJ funciones que corresponden a las autoridades de la Constitución y de las provincias en violación al art. 36

Y si son fondos del PJ de donde vienen, quien los da, cual es el destino final (el clientelismo) y cual es el patrimonio del PJ, acaso las arcas de la Nación.

Es el fin de la República.

Pero ¿a cuántos le importa? ¿Cuántos toman conciencia de la gravedad institucional? ¿Cuántos se dejan seducir por el dinero oficial y miran para otro lado?

Estoy consignando y tratando de interpretar la realidad de mi querido país.
Estoy inmerso en esa realidad. Tengo una pena profunda y una angustia existencial. Tengo dolor, porque vamos a dejar a las generaciones que nos siguen un país, un modelo, un ejemplo y una responsabilidad que me avergüenza.

Elías D. Galati
wolfie@speedy.com.ar

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