Hay piratas en el Río de la Plata y en el Delta...

No quedan lugares seguros en la Argentina ante el avance del delito.
Los ingenuos planteos de SCIOLI en la materia...

Hoy ya no quedan zonas invulnerables para el delito. La calle en general, los edificios de departamentos, los barrios periféricos, los countrys o barrios cerrados, el campo mismo, y hasta el Río de la Plata o la zona del Delta, se han incorporado a los objetivos de los delincuentes.

Veamos, si no:

Si se habla de edificios de departamentos, el desde ya muy costoso sistema de vigilancia que suele aplicarse durante las 24 horas, no asegura una efectividad completa.
Si hay organización en los delincuentes, estos pueden neutralizar con relativa facilidad al vigilador que controla en la Planta Baja.
Esta persona sólo puede garantizar que no ingresen personas indeseables al edificio, tales como sujetos que no pertenezcan al mismo y estén circulando alcoholizados o bajo los efectos de drogas, o cualquiera otro que busque un refugio nocturno.

Los ejemplos mencionados corresponden al bajo delito, es decir no a aquel que cuente con algún tipo de organización en su funcionamiento.

También el personal de seguridad puede servir para brindar un alerta temprano en caso de siniestros, por estar despierto en horarios en que la mayoría duerme, o para evitar que se simule una mudanza, de parte de extraños, que terminen vaciando una vivienda.

En los barrios cerrados y countrys, el personal de seguridad cumple con la misma función que se señala para los edificios de departamentos.
En estos ámbitos hasta no hace mucho tiempo, sólo se cometían robos en horarios nocturnos, en casas deshabitadas y que estuviesen ubicadas en la parte periférica del lugar. Hoy se producen asaltos, es decir, penetraciones en viviendas ocupadas, en pleno día y hasta en sectores céntricos de los barrios o countrys.

En la calle, en general, aunque con mayor intensidad en cualquier barrio de la zona metropolitana que en el interior del país, el riesgo, como se sabe, es permanente y muy alto.
Pero el campo, las zonas rurales, no están exentas del peligro, porque la modalidad aplicada por los delincuentes en los últimos tiempos, es llegar a campo traviesa, caminando, especialmente en noches de luna llena, e ingresar a las viviendas de los establecimientos, para que, después de sustraer y maltratar y herir, y a veces dar muerte a sus ocupantes, retirarse con los automóviles presentes en el lugar.

Toda esta información ha sido brindada a ENFOQUES POSITIVOS por expertos en Seguridad que se capacitan permanentemente con datos estadísticos.
Los mismos que indican que las zonas rurales más afectadas son las del Este de la Provincia de Buenos Aires (Partidos de General Pueyrredón, Miramar y Chascomús, por ejemplo), y en el Norte, el Partido de Pergamino y sus adyacencias.
El Sur de Santa Fe es el lugar más complicado, en los límites con la Provincia de Buenos Aires.

Finalmente, quienes solían escaparse de la ciudad y buscar protección en los barcos, los fines de semana, instalándose en algún sector del Río de la Plata o en el Delta, ya no lo podrán hacer con absoluta calma, por cuanto hay piratería en el lugar.

Los ladrones llegan en botes a remo, y si son descubiertos y se los recibe con disparos de armas de fuego, ellos responden procurando agujerear el barco, normalmente pequeño, para perjudicar la flotación del mismo.
Es decir, hacerle el mayor daño posible.

Cuenta, personal de Prefectura, pícaramente, que habría habido varios casos en que los damnificados evitaron la denuncia porque, al momento del robo, estaban en una situación que los comprometería familiarmente.

Como puede verse, si bien el fenómeno de la inseguridad afecta a casi la totalidad del territorio nacional, es en la Provincia de Buenos Aires donde el mismo aparece con mayor intensidad.

Los cambios que ha prometido DANIEL SCIOLI en cuanto a la estructura del sector, sustituyendo a CARLOS STORNELLI por alguien que todavía no se sabe quien será -los nombres que mencionó hace un par de semanas habrían quedado “congelados”, y corresponden a individuos que no conocen absolutamente nada sobre el tema -, naturalmente no conseguirían los resultados que los sufridos bonaerenses esperan y necesitan.

Porque además, si logra lo que en cuanto a modificaciones en materia procesal penal está impulsando, chocará con la realidad, cuando no haya Jueces que se animen a enfrentar la corriente “garantista” que baja desde el Gobierno Nacional.

Por otra parte, la convicción de que existe la impunidad, está instalada a través de los malos ejemplos que exhibe la conducción política, y ello, necesariamente contagia a los delincuentes comunes, para quienes no hay certeza de efectivización en el cumplimiento de las leyes.

Todo indica entonces, y lamentablemente no son éstas buenas noticias, que el grave problema de la inseguridad no será controlado a corto plazo. Es un pronóstico que viene repitiendo este medio, y que desafortunadamente termina siempre cumpliéndose.

Fuente: ENFOQUES POSITIVOS