"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 4 de junio de 2010

Los colombianos respaldan al delfín de Uribe y su «mano dura»

ALEJANDRA DE VENGOECHEA | BOGOTÁ

Hasta el mismo candidato oficialista, Juan Manuel Santos, se confesó atónito con los aplastantes resultados de las elecciones del domingo, en las que Colombia votó por el sucesor de Álvaro Uribe. «Esperaba un resultado positivo», dijo ayer por la radio. «Pero no con esta diferencia. Me sorprendió», agregó.
Con el 99,71% de los resultados escrutados, Santos obtuvo el 46,56% de los votos, frente al 21,49% de Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá. No es coincidencia que ayer mismo por la tarde Santos llegó a Palacio de Nariño, la sede presidencial, a «un encuentro de amigos» con Uribe, reunión que fue interpretada como una entrega previa de poderes y antorchas.

Santos se debe a Uribe.
El domingo le agradeció su triunfo. Y, aunque ayer dijo que sólo cantará victoria el próximo 20 de junio, cuando deba triunfar con el 50% más uno en la segunda vuelta, es consciente de que su carrera presidencial arrancó cuando Uribe lo nombró ministro de Defensa.

Gracias al apoyo de Uribe y su obsesión por derrotar las guerrillas, Santos, economista de 58 años, tomó polémicas decisiones como bombardear Ecuador para asesinar al «canciller» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)

Gracias a la sangre fría de Uribe, parecida a la de Santos, pudo rescatar a un grupo de secuestrados -entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt- de la selva.
Con la votación del domingo el mensaje está claro: los colombianos no quieren otra forma de gobernar.
Quieren el método Uribe.

Durante su segundo mandato presidencial, por ejemplo, Santos tuvo que enfrentarse a un escándalo que a otro mandatario le hubiera costado la cabeza, cuando se supo que las FF.AA. asesinaron a miles de civiles para presentarlos como rebeldes muertos en combate.
Por eso, mientras Santos decía que la derrota de Mockus mostró que «el pueblo colombiano no quiere un salto al vacío», Mockus, matemático y filósofo a quien criticaron ser muy intelectual y no comunicarse bien, fue lacónico.

Tras invitar a sus ex rivales a sumarse a su campaña para segunda vuelta -entre los otros tienen 4,3 millones de votos que se pelearán Santos y Mockus-, les advirtió que «no hay nada para repartir, pero sí mucho para compartir»
Y fue crítico con Santos, a quien acusó de haber ganado con el «todo vale».
- «Santos ha demostrado de múltiples maneras que el fin justifica los medios. Además está apoyado por una clase política cuyo comportamiento ha debilitado la confianza en las instituciones», aseguró un Mockus aún sorprendido.
«No lo esperaba, pero hace cinco o seis meses, la gran meta, el gran éxito, era pasar a la segunda vuelta y eso lo hemos logrado. Alcanzar a Santos y sacarle ventaja no es fácil. No es probable, pero sí posible», aseguró el aspirante del Partido Verde.
Las encuestas empataron a Santos con Mockus durante semanas; empate que no fue cierto y se constituyó en el gran fracaso electoral.

En el bastión de las FARC

Santos arrasó en las 31 de las 32 provincias del país. En las provincias de mayor presencia guerrillera su triunfo fue arrollador. En Caquetá,bastión de las FARC, Santos obtuvo el 59,01%, frente al 17,45% de Mockus.
Santos sabe que entra con el pie derecho a la contienda.
Pero necesita alianzas.
Sus declaraciones de ayer fueron conciliadoras. «Representantes de partidos que desean unirse a un gran acuerdo de unidad nacional están bienvenidos a mi gobierno», dijo el candidato del Partido de la U.

Se sabe que está cerca del candidato de Cambio Radical, Germán Vargas, que obtuvo un 10,13% (1,47 millones).
Y juntos no hay quien los pare.

Habrá que esperar.

Fuente: ABC.es

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