(Nota aparte sobre ésta ilustración)
Por MARIANO SPEZZAPRIA
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Noticias Argentinas).
"Cuando hay ruido en la economía, la
gente empieza a cuestionar cosas a las que antes no le daba importancia".
Con
esta frase, un funcionario del Gobierno analizó el momento político que
atraviesa el país, determinado por la desaceleración de la actividad, la
inflación y las restricciones al mercado de cambios.
Tal vez por eso Cristina Kirchner desplazó a Amado Boudou del pequeño
círculo que toma las decisiones en el Gobierno, en medio de las acusaciones que
pesan en su contra por el affaire Ciccone.
La caída en desgracia del
Vicepresidente es inversamente proporcional al ascenso de Axel Kicillof, el
nuevo gurú de la economía nacional.
Kicillof, justamente, es el ideólogo del megaplán de construcción de
viviendas que acaba de lanzar el Gobierno para iniciar un proceso de
reactivación de la economía.
La presentación estuvo marcada por las
desprolijidades: el viceministro habló de 400.000 casas y la ANSES solamente de
100.000 créditos.
Pero más allá de esta situación, que revela el apuro del Gobierno por
torcer el rumbo persistente de la desaceleración económica, el proyecto es muy
ambicioso y en términos políticos e ideológicos resulta una apuesta totalmente
contraria a la que realizan los gobiernos europeos para enfrentar la
crisis.
"Si hay algo que nos enseñó Kirchner es a escapar para adelante", define
otro funcionario consultado por este columnista.
No es para menos: de acuerdo a
las cifras del propio INDEC, la economía creció solamente 0,6% en abril en
comparación con igual mes de 2011, el aumento más bajo desde octubre de
2009.
Época de restricciones
En medio de crecientes restricciones, comienza a discutirse más
intensamente la forma en que el Gobierno invierte el dinero de los argentinos.
Un reflejo de esta situación es el emplazamiento que hizo la Corte Suprema de
Justicia a la ANSeS para conocer los movimientos de los millonarios fondos que
administra.
En el organismo previsional que dirige Diego Bossio tienen dudas sobre la
intencionalidad política de la Corte y no descartan que su postura -conocida un
día después del lanzamiento del plan de viviendas- se relacione con la decisión
de la Presidenta de avanzar en la eliminación de las jubilaciones de
privilegio.
Por eso sospechan que la Corte tuvo una reacción corporativa al poner en la
mira el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) que administra la ANSeS.
"Que
ni lo tengan en cuenta", aseguraron en el edificio de la avenida Córdoba e
indicaron que el dinero del FGS se emplea para "impulsar la macroeconomía" del
país.
El máximo tribunal de justicia está preocupado por la gran cantidad de
sentencias jubilatorias que apeló el Gobierno -unas 180.000- frente a otras
20.000 que ya decidió pagar.
El hecho de que la ANSeS maneje en el FGS nada
menos que 210.000 millones de pesos es una "gran zanahoria" que atrae a muchos.
La Presidenta lo sabe y no está dispuesta a cederlo.
Menos en un contexto en el
que distintos actores de la política y la economía parecen encaminados a
incrementar el nivel de la protesta social contra su gestión.
Por eso en la Casa
Rosada festejaron la decaída de los "cacerolazos" la semana que pasó.
Protestas coincidentes
Igualmente, el Gobierno tiene más de un motivo para preocuparse:
Las
medidas de fuerza sorpresivas que comenzó a realizar el gremio de camioneros en
la rama de transporte de caudales pueden extenderse como un reguero de pólvora a
otros sectores de la actividad en los próximos días.
Por eso Hugo Moyano ya comenzó a tantear el terreno para que el reclamo
tenga un impacto realmente determinante.
A tal punto que el jefe de la CGT
maneja la hipótesis de un conflicto abierto con el Gobierno que lo lleve a
coincidir en la protesta con la Mesa de Enlace de entidades
agropecuarias.
Sucede que Eduardo Buzzi, Hugo Biolcati y compañía, podrían volver a
paralizar la comercialización del sector si el Ministerio de Agricultura no
atiende sus demandas.
Y Moyano aprovecharía la oportunidad para declarar un paro
general en el transporte de cargas, como corolario de una serie de medidas
sorpresivas.
El contacto entre el jefe sindical y la Mesa de Enlace no es otro que
Gerónimo 'Momo' Venegas, el titular de la UATRE, quien quedó del lado de Moyano
en la interna de la CGT y tiene muy buena relación con los ruralistas de los
tiempos en los que compartían el Renatre, un organismo luego disuelto por el
Gobierno.
En este contexto, la Presidenta llevó a internarse a su hijo Máximo y luego
partió hacia Nueva York, donde reclamó al Reino Unido el inicio del diálogo por
la soberanía de las Malvinas.
Su intervención ante el Comité de Descolonización
de la ONU tuvo lugar justo el día que se cumplieron 30 años del final de la
guerra.
Salvo la ausencia del PRO de Mauricio Macri, la integración de la
delegación argentina en Estados Unidos reflejó que las Malvinas son una de las
pocas causas nacionales que siguen vigentes.
Todo lo demás, es motivo de
discusión...
No hay comentarios:
Publicar un comentario