Lo que olvidó Cristina
Una mención de la presidente Cristina Fernández de Kirchner a Xi Jinping obliga a recordar quién es, y el bloqueo al web site de la agencia Bloomberg en junio.
"(...) Yo siempre digo que en realidad el G-20 en realidad no es el
G-20 es G-2, es Estados Unidos más China. Nosotros estamos todos acompañando,
sugerimos, ayudamos, pero son las dos economías más importantes del mundo, son
los dos países más importantes del mundo, pero además muy vinculados entre sí.
El mayor activo que tiene hoy la China, primer exportador, hoy, a nivel global
son precisamente bonos del Tesoro americano, con lo cual hay una suerte de
imbalances en exportación, en importación, en producción, en endeudamiento, en
créditos, que no es menor. Y el otro gran hecho se produjo ayer: donde tuvo
lugar el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino, que tal vez haya pasado
inadvertido, pero ayer se eligió un nuevo Presidente en la República Popular
China por diez años más y todo el buró del Partido Comunista, porque además –
ustedes saben - que el Presidente del país es secretario general del partido,
porque hay allí un sistema de partido único y entonces estamos en menos de 72
horas los dos países, de los cuales depende – porque a Europa la veo,
sinceramente, muy confusa y desorientada – y que pueden definir volver a
traccionar la economía mundial y por lo tanto comenzar a superar esta crisis que
creíamos que había pasado y sin embargo, vuelve en forma intermitente, se acaban
de elegir en 72 horas. Yo esperaba algunos análisis en la Argentina sobre estás
cosas porque son las cosas que van a impactar en el mundo y finalmente en todos
nosotros. Y bueno, cada uno analiza como mejor le parece.
Yo soy Presidenta y estoy muy atenta de lo que pasa en Estados Unidos,
estoy muy atenta de lo que pasa en la República Popular de China
(...)".
Cristina se refería a Xi Jinping, nominado nuevo titular del Ejecutivo
chino, tal como estaba previsto en el planificado PC chino.
En junio, la agencia de noticias financieras Bloomberg,
publicó una biografía de Xi Jingping, y mencionó la inmensa fortuna familiar que
crece alrededor del próximo presidente de China. De inmediato,
China bloqueó todo ingreso al web site de Bloomberg.
Muy interesante que Cristina Fernández aludiera a Xi Jinping porque, en
definitiva, aquello por lo que se le critica al chino también es el motivo de la
crítica a la Presidente argentina: el enriquecimiento personal, probablemente
ilícito, y el uso de testaferros/prestanombre para ocultar gran parte de la
fortuna.
Además, al parecer, Xi Jinping tiene cierta debilidad por las inversiones
inmobiliarias, pasión que parece compartir con Cristina Fernández.
Bloomberg aclaró desde el principio que Xi Jinping no posee directamente
las propiedades de las que gozan sus familiares ni de sus acciones en negocios
inmobiliarios, de telefonía móvil y “tierras raras”. Xi Jingping utiliza como
testaferros a ese grupo de personas.
Bloomberg también destacó que no hay evidencias de que Xi haya intervenido
para beneficiar los negocios familiares.
Con ironía, el 1er. párrafo de la investigación recordó una frase de Xi en
el año 2004, cuando se dirigió a un grupo de funcionarios en un discurso contra
la corrupción:
“dedíquense a sus esposas, hijos, familiares, amigos y empleados, y
asegúrense de no usar el poder para obtener ganancias personales”.
El aparato de Propaganda del Partido Comunista, aún más aceitado que el de
Censura, ha logrado desarrollar la imagen de Xi como la de un hombre moderno,
liberal, hijo de un héroe revolucionario y casado con una estrella del
espectáculo promovida por el Ejército del Pueblo, quien llevará a China hacia la
reforma económica y política que necesita y que tanto se espera.
Hoy día ya es difícil ver de otra manera al apuesto y simpático dirigente
de 59 años, que pronto habrá de convertirse en el hombre más influyente del
planeta Tierra.
El artículo de Bloomberg aclaró que si bien las inversiones son disimuladas
por varias sociedades, restricciones gubernamentales y problemas en el acceso a
documentos de las empresas, se encuentran identificadas en miles de páginas de
registros reglamentarios. Acompañada por un gráfico y fotografías, el artículo
de Bloomberg señaló una mansión en Hong Kong valorada en US$ 31,5 millones. Los
vecinos dicen que la residencia ha estado vacía durante años. La familia tendría
al menos otras 6 propiedades en Hong Kong, tasadas en otros US$ 24 millones en
total.
La mayoría de las inversiones rastreadas por Bloomberg están a nombre de la
hermana mayor de Xi Jinping, Qi Qiaoqiao, de 63 años; de su marido Deng Jiagui;
y de la hija de ambos, Zhang Yannan.
Deng tiene 18% de las acciones en Jiangxi Rate Earth & Rare Metals
Tungsten Group Corp. Las acciones de Qi Qiaoqiao y de Deng Jiagui en Shenzhen
Yuanwei Investment Co. totalizan US$ 288 millones.
Otras compañías del grupo Yuanwei representan otros US$ 84,8
millones.
Zhang Yannan, la sobrina de 33 años de Xi Jinping, es dueña de Hiconics
Drive Technology, también en Shenzhen, estimada en US$ 20,2 millones en junio de
2012, según Bloomberg.
Cuando Deng Jiagui fue consultado por el periodista al respecto, respondió
que “no es conveniente hablar mucho con vos de ese tema”. Fue imposible
localizar a Qi o a Zhang.
Otro cuñado de Xi, Wu Long, dirige una empresa de telecomunicaciones
llamada New Postcom Equipment Co., la cual ha obtenido cientos de millones de
yuanes en contratos con la empresa estatal China Mobile Communications Corp., la
compañías más grande en usuarios de teléfono del mundo.
Bloomberg añadió que decenas de personas consultadas durante los 2 meses
anteriores se negaron a responder preguntas sobre la familia Xi debido a que es
un tema muy “sensible”.
Después de que otra sobrina de Xi Jinping y su marido inglés fueran
contactados por el periodista, decidieron borrar sus datos que en una página web
gestionada por ella.
Para verificar el reportaje, Bloomberg entregó al Ministerio del Exteriores
la lista de las propiedades de la familia Xi, pero no recibió ninguna
respuesta.
Xi Zhongxun, 1 de los “8 inmortales” del Partido, padre de Jinping
y uno de los hombres más cercanos a Mao Zedong durante la etapa revolucionaria
(al igual que a los otros líderes revolucionarios, excluyendo a Zhou Enlai, Mao
se encargaría de hacerle la vida imposible en los años '60), sería –según
Bloomberg- quien convenció a Deng Xiaoping de crear la ciudad industrial de
Shenzhen (que en menos de 40 años pasó de ser un pueblo pesquero de 20.000
habitantes a ser una de las ciudades más modernas y pobladas del mundo, gracias
a una sociedad con el inversor estadounidense Warren Buffett).
Para finalizar, el reportaje aclaró que el vínculo entre poder político y
riqueza personal (o familiar) no es exclusivo de China y menciona el caso del
presidente estadounidense Lyndon B. Johnson, quien pasó de la pobreza a ser un
importante empresario. A continuación, Bloomberg menciona a Orville Schell,
presidente del Centro China–Estados Unidos de la Sociedad Asia de Nueva
York:
“Los nexos entre poder y riqueza se dan en todos los países. Pero en
ningún lugar como en China."
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