Cristina no quiere contar los votos en Diputados para salvar a Boudou

Convocará a sesiones especiales para que no entren los dictámenes de su juicio político.
Temor a rebeliones.
Cristina Kirchner prefiere evitar por ahora que el pleno de la Cámara de Diputados entierre para siempre los pedidos de juicio político a Amado Boudou, rechazados por la mayoría oficialista de la Comisión.

Ese dictamen de mayoría debe pasar por el recinto al igual que los emitidos por la oposición que avalaron llevar al banquillo al vicepresidente.

Pero como adelantó LPO, la estrategia del Gobierno es impedir ese debate.
Pese a que, en los papeles, mantiene una mayoría propia con aliados, teme que muchos diputados se resistan a defender a Boudou para no arrastrar el estigma a la campaña electoral.

Para eso, la idea inicial fue interpretar que con un “rechazo in límine” no hacía falta discutir más nada.
Pero los asesores de la Cámara les recordaron que ni el reglamento ni los antecedentes los habilitaban a borrar los dictámenes para siempre.

“Es increíble.
En la historia de la Cámara nunca pasó algo así.
Cuando un oficialismo no quiere tratar un pedido de juicio político aprovecha su mayoría para no convocar la comisión.
Pero nunca la convoca para luego archivar los dictámenes”, se indignaban los técnicos más experimentados del recinto.

Dispuesto a ir por esa vía, el kirchnerismo convocó el miércoles a una sesión especial para tratar el proyecto que protege los fondos de Bancos Centrales extranjeros en el país, exigida por China para sellar el swap por 11 mil millones de dólares en yuanes.

La oposición acompañará el proyecto pero exigirá saber sí el crédito chino es aplicable con el país en default, condición reconocida por la propia República de China.
Según el contrato de swap de 2010, quedaría archivado hasta un arreglo con los buitres.

La urgencia de convocar a una sesión especial no tiene otro motivo que frenar cualquier movida para hablar de Boudou:
Sólo así, no es necesaria la reunión de labor parlamentaria donde se definen los temas tratar.

“Al menos hasta ahora, la idea es que sólo haya sesiones especiales”, confiaron a LPO desde el bloque oficialista.

La otra opción es rechazar incorporar los dictámenes al plan de labor e ignorar cuando la oposición lo exija en la sesión.
Tan urticante es el tema Boudou, que ni siquiera quieren pasar por esa situación.

“Nosotros vamos a pedir en cada sesión que esos dictámenes se pongan en consideración.
Y sino que explique por qué”, adelantó a LPO el diputado de la UCR Ricardo Buryaile.

Es lo que nadie quiere hacer.