Tan pero tan débil se encuentra el PT que, al articular la reelección de Dilma Rousseff, le cedió a su principal aliado, el PMDB, la vicepresidencia de Brasil, la presidencia de la Cámara de Senadores y la presidencia de la Cámara de Diputados: toda la sucesión presidencial. Si no fue debilidad, resultó imprevisión.
En cualquier caso, responsabilidad de Luiz Inácio Lula da Silva, quien carga un 3er. pecado político: no haber construído un PT que le sobreviva, haberlo constreñido a expresión personalista suya.
Y esto se paga carísimo, tal como lo está advirtiendo Rousseff. Otra demostración de debilidad del PT:
El PMDB ya anunció que irá por su cuenta en la próxima elección en Brasil. El PT se encuentra tan debil que termina especulando con incorporar a Lula da Silva como ministro de Dilma para intentar recuperr el timón, aún cuando suponga provocar una dimisión de hecho de la Presidente.

"(...) En los momentos más agudos de la crisis política, Temer (izq.) se movió con cautela y siempre se ofreció en un rol de colaborador, al asumir la delicada misión de articulador político de un gobierno cuya base de apoyo se está deshidratando a la vista de todos. Sin embargo al hablar de reunificación, el vice cruzó la línea de la prudencia." (...)".

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Es cierto lo que afirmó Marina Rossi para el madrileño El País: "En medio del torbellino político que rodea a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, el vicepresidente del país, Michel Temer (Tieté, 1940), se ha convertido en uno de los pocos elementos de estabilidad de un Gobierno convulso."
El PMDB no tenia un protagonista tan importante desde los días de Ulysses Guimarães, fallecido en 1992, y quien exhibió un liderazgo decisivo durante la transición del régimen militar a la democracia, y condujo los trabajos de la nueva Constitución en 1988.
En un Gobierno con menos del 10% de popularidad y ausencia de apoyos políticos incluso dentro del propio PT, resulta esencial el equilibrio que intenta infundir Temer para lidiar con el caos, garantizándole por ahora a Dilma lo necesario para sobrevivir.

Desde abril, Temer es el puente entre el Ejecutivo y el Congreso, la garantía de estabilidad para Brasil, principalmente cuando un personaje tan controversial como Eduardo Cunha, presidente de la Cámara baja, gana fuerza rápidamente.
Temer es el presidente en uso de licencia del PMDB, partido al que siempre presentó como integrado por varios liderazgos, cada uno con su estilo.
En su caso, se trata de mantener la calma y la lealtad por lo menos hasta 2018, cuando ya se anunció que ocurrirá el final de su alianza con el PT (que empezó en 2003): Temer será candidato a Presidente por el PMDB.
La separación entre el PT y el PMDB es irreversible.
Mientras tanto, el PMDB somete a una ruda presión a Dilma: Cunha es el pirómano y Temer es el bombero. Cunha es la presión y Temer el amigable. Por eso él afirmó al diario Folha de S. Paulo, mientras Cunha clamaba por un juicio politico a Rousseff: "La presidenta Dilma continuará hasta el final con mucha tranquilidad. Tiene una capacidad extraordinaria de trabajo, conoce Brasil como pocos. El PMDB es un partido aliado y, como es natural, está colaborando con la presidenta Dilma y con el país”.
Pero Dilma ya es la más impopular entre los presidentes de Brasil elegidos por voto popular desde el fin de la dictadura militar en 1985, luego que su gobierno registró un rechazo de 71% en un sondeo de la encuestadora Datafolha difundido el jueves 06/08.
El nivel de rechazo subió 6 puntos desde junio, mientras que el apoyo cayó de 10% a 8%.
La evaluación del actual gobierno es peor que el 9% de apoyo y 68% de rechazo cosechado por el expresidente Fernando Collor de Mello en 1992, cuando renunció poco antes de que el Congreso votara su destitución.

"Dilma , de esta forma, pasa a ser la Presidente con la peor tasa de popularidad entre todos los electos directamente desde la redemocratización", destacó el sitio web del diario Folha de Sao Paulo, al que pertenece Datafolha.
Con una Presidente acosada y paralizada, la búsqueda del consenso político en el Congreso cobra una importancia crucial.
La prioridad del Parlamento debería ser tomar las medidas necesarias para que la recesión no se prolongue más.
Todo eso es agenda de Temer.

Los escándalos
Este sábado 08/08, Dilma Rousseff se reunió con el Procurador General de la República, Rodrigo Janot, en el Palacio da Alvorada para informarle su decisión de presentar su nombre nuevamente para que sea aprobado por el Senado, dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, en Brasilia.
Janot recibió un abrumador respaldo de sus pares para continuar en el cargo durante una votación de la asociación de fiscales generales la semana pasada.

"El Gobierno cree que los fiscales federales deben actuar con autonomía", dijo Cardozo a periodistas, explicando que Rousseff había escogido al nombre más votado de una lista de 3 candidatos enviada por la asociación.
Janot había sido criticado por los políticos a causa de no impedir que el juez federal Sergio Moro pusiera a decenas de políticos brasileños de alto rango (incluyendo al mencionado Cunha) bajo investigación por presuntamente recibir sobornos de contratistas en el 'caso Petrobras'. La investigación generó una crisis política que ha fragmentado a la coalición de Rousseff y ha planteado dudas sobre su capacidad para aprobar medidas de austeridad claves en el Congreso.
La investigación del caso de corrupción también ha llevado al procesamiento de decenas de ejecutivos de importantes empresas brasileñas de ingeniería y construcción, así como de ex directores de la petrolera estatal.

Bradesco muy tibio
¿Qué opinará un banquero muy vinculado al gobierno de turno?
Es el caso de Bradesco, que creció adquiriendo entidades competidoras y acaba de quedarse con el HSBC en Brasil.
El presidente del Bradesco, Luiz Carlos Trabuco Cappi, dijo en una entrevista a David Friedlander y Toni Sciarretta, del diario Folha de S.Paulo:
"Necesitamos salir de este ciclo de 'cuanto peor, mejor'. 
¿Mejor para quién?
Para Brasil, no.
Las personas tienen que tener la grandeza de separar el ego personal de lo que es mejor para el país".
Trabuco afirmó que el crecimiento económico se recuperará en el 2do. semestre de 2016 y que la inflación también será contenida.
"No fuimos capaces de anticipar lo que ocurriría tras la reducción de los precios de los commodities que Brasil exporta, lo que trajo pérdidas a los ingresos nacionales.
Y creímos en cosas que no resultaron, como controlar los precios administrados.
Cuando llegó el 2015, era inevitable tener una inflación por encima del 9%", agregó.
De todos modos, Trabuco Cappi le arrojó la responsabilidad de la recuperación al gobierno de Dilma y al plano doméstico:
"Nosotros trabajamos con un PIB extremamente modesto, débil, hasta junio del año que viene. Después hay recuperación. Pero esa recuperación será impulsada por las inversiones en infraestructura".

Dilma desespera
En tanto, la presidenta Dilma Rousseff dijo desde Boa Vista, capital del estado de Roraima, en el extremo norte de Brasil, que nadie quitará la legitimidad de los votos que recibió de la población el año pasado, al ganar su reelección, y se comprometió a garantizar la estabilidad política en los próximos años de su mandato.
Durante una ceremonia en la que entregó viviendas populares construidas en el marco del programa Mi Casa, Mi Vida ella dijo:
"Este país es una democracia, y una democracia respeta, sobretodo, una cosa: la elección directa por el voto popular. 
Se lo que es vivir en una dictadura. 
Por eso, respeto la democracia y el voto. 
Pueden tener la certeza que honraré el voto que me dieron. 
Nadie sacará la legitimidad que el voto me dio".
"A lo largo de mi vida, yo pasé muchos momentos difíciles. 
Entonces, yo soy una persona que aguanto la presión, aguanto. 
Yo soy una persona que aguanto amenazas, además, yo sobreviví a grandes amenazas a mi propia vida", prosiguió.

Sin embargo, tener que plantear todo eso es demostración de preocupación y hasta de debilidad. Habrá que seguir con atención el curso de los acontecimientos.
Lo reconoció el propio periodista oficialista Leonardo Attuch, desde su web Brasil 247, al advertir que Temer tiene su propio horizonte:
"Un día después de su frase "es necesario que alguien tenga la capacidad de reunificar a todos", el vicepresidente Michel Temer recibió apoyos de dos importantes liderazgos empresariales: los presidentes de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo, Fiesp, Paulo Skaf; y de la Federación de Industrias del Estado de Río de Janeiro, Firjan, Eduardo Eugênio Gouveia Vieira.

"La industria brasileña se asocia al pedido de unión para que el sentido común, equilibrio y el espíritu público prevalezcan en Brasil" dijeron los empresarios en un comunicado conjunto.
En días en que encuestas como Datafolha retratataron al gobierno de Dilma en su punto más bajo de aprobación popular, las movidas de Temer (notorio por su perfil moderador y conciliador) deben ser leídas con especial atención, incluso porque interesan cada vez más a determinados sectores de la oposición.
Temer pertenece al PMDB, partido aliado al PT en la coalición oficialista de gobierno. En el socialdemócrata PSDB, el más interesado en la ascensión de Temer es el senador José Serra.
Eterno candidato a la presidencia de la República (ex ministro de Salud, ex alcalde de Sao Paulo y ex gobernador del estado de Sao Paulo), a Serra le gustaría ser para Temer lo que Fernando Henrique Cardoso fue para Itamar Franco en 1993.
Como Ministro de Hacienda de un eventual gobierno de transición (en caso de que la presidencia actual se viese interrumpida), Serra se posicionaría para competir al Palacio de Planalto en 2018, por el PSDB o hasta por el PMDB.
Mientras, entre los socialdemócratas, el partido de Aécio Neves, no hay unidad. De un lado parlamentarios que apoyan a Neves (como Cássio Cunha Lima y Carlos Sampaio) piden la realización de nuevas elecciones y claman para que las protestas callejeras contra el gobierno previstas para el 16 de agosto levanten esa bandera.

Del otro lado, gobernadores que son potenciales presidenciables como el paulista Geraldo Alckmin y el goiano Marconi Perillo, piden que la situación actual se arrastre hasta 2018, con el desgaste del PT, del gobierno de Dilma y del ex presidente Lula.
En los momentos más agudos de la crisis política, Temer se movió con cautela y siempre se ofreció en un rol de colaborador, al asumir la delicada misión de articulador político de un gobierno cuya base de apoyo se está deshidratando a la vista de todos.
Sin embargo al hablar de reunificación, el vice cruzó la línea de la prudencia."