En
el hemisferio Sur, comienza la Primavera.
Pero
en el Norte, el Otoño.
Por
ser amante de la vida en todas las épocas, les publico algo sobre el Otoño.
Que
lo disfruten.
...
Canción
de Otoño
José
Antonio del Pozo (blog)
Una
mañana cualquiera de la estación ardiente, de improviso un viento suave se abre
paso...
Y
en el cielo azulísimo unas nubes, hasta hace un momento invisibles, parecen
huir, como ciervas alarmadas por un algo más presentido que real.
Se
anuncia así el primer compás del Otoño.
Tiene
el Otoño inicial mucho de Emperador declinante y melancólico, que quisiera
contarnos al oido la memoria de sus gestas, sin poder evitar del todo al tiempo
una tristeza cierta por la decadencia que le acoge, que quizás un poco le
mengüe hoy.
¿Y
por qué no atender su convocatoria?
¿Por
qué no escuchar su confidencia?
¿Por
qué no abrir bien los ojos a su luz claudicante?
Acaso
sea el susurro el lenguaje propio del Otoño, el mismo susurro de las hojas al
caer, el susurro de la mansa lluvia amarillenta de hojas, que recubren los
senderos de los parques, que ciegan en ocre tapiz los caminos rurales, el que
inviste las aldeas de una melancolía indecible, que sólo un viejo acordeón
pueda quizás evocar.
Es
también a veces la propia lluvia real, la lluvia dócil, el otro dialecto del
Otoño, esa agua del cielo en el que empaparnos sin temor, como cuando niños.
Respirar
bajo esa lluvia apacible, aproximarnos así al latido mismo de la Tierra mojada.
Es
también Otoño el susurro del viento, real mensajero del frescor.
La
Naturaleza entera, esa reina de la abundancia plantada por una mano divina, nos
susurra en Otoño el oro envejecido de su pátina, sus rojos exhaustos de luz.
Huele
el Otoño a leña quemada, a humo de rastrojos agostados, al perfume de las
flores entregadas, al olor húmedo y selvático de las zarzas de moras cuando la
lluvia las remueve.
Y
es Otoño, cómo no, la estación de las nubes, el tiempo propicio de admirar el
capricho de sus mil formas, de aspirar la promesa de ingravidez que toda nube
encierra.
Está
en una nube, decimos de alguien que se rompe de dicha.
Vivamos
en las nubes, claro.
Penetremos,
pues, en los dominios únicos del Otoño, abramos de par en par el alma, amigo, a
sus estandartes y a sus parábolas.
Tiempo
de la Vendimia, claro.
Y
son los colores primorosos del Otoño, los mismos de esos racimos sobredorados y
amoratados, su sinfonía incomparable.
Tiempo
de colegiales, que vuelven a la escuela.
Ah,
la desazón sin igual del primer día de colegio en la vida de un niño, del
festivo reencuentro con los amigos para los niños más mayores.
Registrar
también la grata sorpresa de la primera mañana tibia en la ciudad, cuando las
gentes, desprevenidas de ropa de abrigo, se abrazan con gusto a sí mismas
contra el viento, que atiranta un poco las mejillas.
O
la dignidad con que esa anciana barre la hojarasca para dejar reluciente el
trozo de acera de su casa.
Otoño
para pasear los parques sin prisa, para espiar sin tregua sus crepúsculos
vertiginosos.
Es
Otoño un niño con jersey, que juega ávido en los columpios a la vez que
merienda, ansioso por robarle al día, a su laboral horario escolar, al menos
unas monedas de recreo.
Y
el cónclave, algo tenso, de las aves sobre los hilos de la luz, antes de volar
hacia hemisferios de calor, como si les doliera en el alma abandonarnos.
Sabemos
que volverán, claro que volverán, cómo, si no se fueran, podrían dejarnos
luego, volcados sobre sus trinos, los inauditos colores de allende los mares.
Es
Otoño todo, la estación de los pintores, un cuadro en tonos sepia, con esos
rebordes amarillentos que se les ponen a los libros viejos, como si en sus
láminas se posara el destilado de una añoranza incalculable.
Mansedumbre
de una miel que gotea, pues, el Otoño.
Hay
más belleza en lo que nos rodea de cuanto somos capaces de soportar.
Y
si el Poeta esperaba un milagro de la primavera, nosotros, lector amigo, que no
llegamos a tanto, por qué no hemos de alentar al menos, un milagro del Otoño.
Que
colme el otoño de sosiego el retumbar de nuestros corazones primaverales..!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario