"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 19 de septiembre de 2016

DOS MODELOS, UN ERROR, UNA ESPERANZA

“Los que miran a la corta, a la larga pierden”
Por Carlos E. Lanusse.

Gradualismo, temeroso y equívoco
Algunos independientes sostuvimos que el déficit fiscal debía ser atacado desde el principio, durante la luna de miel, y con acuerdo del peronismo evolucionado del Frente Renovador.
No ocurrió ni lo uno ni lo otro y hoy recogemos los daños del gradualismo.
El propio Presidente sugirió una inflación del 25% anual y ya sabemos que rondará el 40% con consecuencias inmediatas:
1. atraso en el poder adquisitivo de los salarios,
2. alta tasa de interés para evitar corridas cambiarias,
3. alto endeudamiento interno y externo,
4. desconfianza hacia el voluntarismo utópico practicado.
Tal que, sumadas a la falta de gobernabilidad, explican la demora en inversiones.

La demora por gradualismo logró resultados dudosos y que los inversores esperen las elecciones 2017.
Espera que es otra demora, crea incertidumbre y se expresa así:
“Si en un año, por ser electoral, se convalida el déficit fiscal, ¿haremos lo mismo en 2019?
Y, ¿qué escusa habrá en 2018?
Efectivamente, debido al annus horribilis electoral, el gobierno volverá a atrasar el ajuste del déficit, proyecta 0,5% en los papeles, imaginemos la realidad.
Si a ello le sumamos el enorme déficit financiero, 3% adicional, 7% entre ambos, sabremos que las tasas de interés continuarán altas.
Destinadas a financiar el déficit total y evitar corridas hacia el dólar por atraso cambiario, sumándose al empinamiento de la deuda externa.
En un año los intereses de la deuda pública subieron 77% *.
Entonces, ¿cuánto dura un crecimiento por acumulación de deuda? (*Ismael Bermúdez, Clarín 19/9)

En definitiva, el gradualismo temeroso no fue otra cosa que una huida hacia adelante, algo que atenta contra el blanqueo y las inversiones, dándole de comer en la boca al negocio financiero, perdiendo credibilidad por falta de resultados.
Es un modelo débil y sin atractivo político: un Modelo Mostrenco.
No es de nadie, ni del Presidente, ni del Banco Central ni del Ministerio de Hacienda…
Ni con coherencia suficiente.
Si Alfonso sostiene el déficit y Federico las tasas, ¿adónde vamos?
“Se pialan entre ellos”, diría un hombre de campo..
Requisito “bona fide”
No hay dudas sobre la buena fe del gobierno, se demuestra en su actitud ético-institucional, gracias a ella estamos infinitamente mejor que con el populismo.
Aunque… su buena fe no impide sus errores.

Modelo Alternativo
Como era esperable hoy se levanta un modelo alternativo, impulsado en lo económico por Roberto Lavagna y en lo político por Sergio Massa.
Y crece porque desde el peronismo a la centroizquierda, no hay ningún otro que encauce el disgusto social.
Implica un mayor equilibrio entre la política de consumo y la dirigida sólo a inversiones, significa mejores condiciones de competitividad para la industria, menores regalos a los financistas, más equilibrio en el poder adquisitivo salarial y menos desocupación, con superávit gemelos como los logrados por Lavagna durante su mandato.
Cuenta con una mayor comprensión social y política, tanto desde la derecha popular como desde la centroizquierda de Margarita y el socialismo.
Más el obvio apoyo laboral.

Error Compartido
Así como el gobierno fue indefinido y lento durante el primer trimestre, también el Frente Renovador propuso gradualismo, ambos se mostraron temerosos del costo político de enfrentar a “finish” al déficit fiscal.
Ambos gozan de temor politiquero, contrario a las malas noticias, aunque sean para bien de todos.
Carecen de coraje y responden por la lentitud y el riesgo de fracaso a mediano plazo.
Van hacia él, si no actúan ahora.
Este gobierno perderá representatividad en las próximas elecciones legislativas para quedar disminuido frente a las presidenciales.
El proyecto massista, aun ganando, tendrá pésimas condiciones de gobierno al heredar un gran déficit, con inflación reprimida y alto endeudamiento interno y externo.
Estará como De la Rúa tras heredar la Convertibilidad.
Y todos volveremos a recibir el castigo de una partidocracia irresoluta por temor a perder un voto en comicios continuos y sucesivos.
El corto plazo se come al largo y nos derrota el cortoplacismo democrático…
Es la democracia boba que supimos conseguir.
Pretendemos corregirla con nuestra máxima, “Los que miran a la corta, a la larga pierden”, que prevalece, allende las elecciones.

Esperanza Compartida
Pero, podemos tirar la taba evitando que caiga de culo.
Para ello hace falta compartir dificultades, no degradar la política con enfrentamientos mezquinos.
La Nación vale más que los partidos y que el Estado.
Ambos Modelos coordinados, sin perder identidad, pueden hacer más por la Nación que por sí mismos, por la Nación más que por un Estado obsoleto.
Es demanda de sinergia, es demanda independiente.
Nuestra esperanza está en la unión, tras el objetivo de poner al Estado en el lugar que facilite el crecimiento.
Sin déficit, sin riesgo cambiario, sin altos intereses, sin acumulación de deudas y desprestigio por insolvencia, sin lugar para ñoquis ni corruptos, sin otra ideología que servir a la Nación.
Significa corregir el rumbo actual,
1º) dirigiéndonos hacia un déficit primario del 3%, próximo al planeado antes de los atrasos
2º) recuperando con flotación sucia todo atraso cambiario
3º) bajando las tasas de interés, posible por reducción del Gasto y su déficit financiero
4º) compartiendo el costo social con los competidores políticos, específica y puntualmente en el Gasto Público. Porque ninguno puede solo.
No se trata de acuerdos utópicos, sobran ejemplos.
Alemania con acuerdos económicos inter-partidarios y competencia política en otros rubros, los acuerdos españoles de la Moncloa, la lógica negociadora de Wilfredo Pareto, 80% se negocia 20% no se toca.
(El 20% es la reducción innegociable del Gasto).

Miremos a Italia, un querido país que no cree hace quince años por usar una moneda cara en relación a su productividad.
Y lo que ocurre en Japón y Europa donde el costo de capital es cero y no crecen.
¿Nosotros lo haremos con moneda sobrevaluada y altísimos intereses?
Peor, con antecedentes de default, endeudados, sin ajustes y poco creíbles.

Oportunidad Histórica
Ahora nuestra sociedad está abierta, receptiva, harta del populismo y su estatismo, comprende que una sociedad estatizada es lenta, rígida y obsoleta.
Luego de largos encierros facciosos estamos ante una oportunidad histórica.
Alberdi demoró decenios hasta colocar sus Bases, no le demos tiempo al tiempo.
Aunque el macrismo pierda posiciones electorales inmediatas, si logra ordenar definitivamente al Estado, será dueño del éxito posterior.

Contará con el reconocimiento y la grandeza suficientes, quedará entre nosotros.

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