"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 17 de septiembre de 2016

RENTA BÁSICA UNIVERSAL (1)

Entre la herramienta milagrosa y la tentación de Satanás

Los pensadores de izquierda y de derecha suelen tener desacuerdos profundos respecto de una variedad de temas, pero hay pocas ideas en el mundo que consiguen tener tantos partidarios y tantos opositores hacia adentro de cada una de las esferas del espectro ideológico como la de la renta básica universal (RB).
También llamada renta básica incondicional, garantía básica de ingreso o ingreso ciudadano (IC), esta idea cobró un nuevo impulso a partir del estancamiento del salario y el miedo a que las máquinas y los robots de Silicon Valley reemplacen el trabajo humano.
En Estados Unidos, la idea tiene el apoyo de pensadores de izquierda tales como Andrew Stern, ex presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios.
También es defendida por algunos pensadores de derecha, como Charles Murray del Ins tituto de la Empresa Americano.
Y detractores en ambos sectores.
Finlandia está emprendiendo la implementación de una renta universal “light”, según la definen algunos especialistas (no alcanza para vivir), al menos por ahora de manera experimental.
Otras varias ciudades del mundo están probando o a punto de probar cosas similares, entre ellas la ciudad holandesa de Utrecht; y Oakland, en California, USA.
Ontario en Canadá también está dándole una chance a la idea.

“La idea de la renta básica universal suena extravagante, ¿no?”
El concepto de que el Estado pague una suma mensual a cadaciudadano por el mero hecho de serlo es tan revolucionaria que hasta ha despertado fantasías satánicas en Kenia, a donde la organización caritativa GiveDirectly se ha propuesto brindar a fines de este año pagos regulares de alrededor de US$ 1 por día a 6.000 ciudadanos keniatas, sin ataduras respecto de en qué deben gastarlo.
“Pasada la edad de oro del capitalismo que siguió a la II Guerra Mundial, caracterizada por el pleno empleo, los responsables de las políticas sociales en Europa intentan desde la década de los setenta solucionar de forma definitiva el problema del paro.
Y, debido a una serie de novedades simultáneas, la renta básica vuelve a estar en la agenda.
El elevado desempleo que se prolonga desde que empezó la crisis financiera en 2007, el aumento de la desigualdad y la distribución desproporcionada de los beneficios de la globalización son el contexto de este resurgir de la defensa de una renta garantizada como alternativa al sistema actual”, explica Loek Groot, en el diario El País.

El objetivo de GiveDirectly en Kenia es testear si la renta básica incide en la reducción de la pobreza, explica Chris Weller del diario Business Insider.
En el blog de la ONG, se explica que hasta el momento, en otros países de África del Este a donde también se había puesto en práctica el experimento, las tasas de gente que se niega a recibir las transferencias de cash se habían mantenido entre 4% y 6%.
Pero en la región keniata conocida como Homa Bay, sin embargo, las tasas de gente que rechaza la renta ofrecida por GiveDirectly ascienden hasta el 40%.
Es que la gente elegida para recibir el dinero encuentra difícil creer que una organización le brindaría el salario de un año de manera incondicional, sin pedir nada a cambio.
Así, han surgido distintas narrativas dentro de la población para explicar el fenómeno.
Entre ellas, rumores de que el dinero está asociado a cultos o a la adoración del diablo.
Más allá de los temores que pueden existir en una sociedad acostumbrada a ser saqueada tanto por Occidente como por sus propios gobernantes, la idea de recibir dinero a cambio de nada suscita al menos un interrogante.
Silicon Valley considera que, dados los avances tecnológicos, de acá un tiempo el empleo estará limitado a aquella gente que posea alta formación tecnológica más algunos brindadores de servicios, y que gran parte de la humanidad se encontrará sin nada para hacer.

Por eso, el Valle del Silicio es uno de los principales promotores de la idea de la renta básica universal, que vendría a zanjar un problema por lo demás insondable. Para ellos, en el futuro cada uno de nosotros tendrá la opción de trabajar o no. Algunos analistas se burlan de esta visión utópica o distópica, según se la mire.
Cobrar por existir, vivir sin trabajar:
¿El paraíso de un mundo en el que los robots lo hagan todo por nosotros o un infierno parecido a los planteados en libros como “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley y “Rebelión en la granja” de George Orwell?

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