Andalucía: la
Izquierda Unida llama a equiparar necesitados con pudientes
El
debate de la renta universal básica ha despertado chispas también en la región
de Andalucía, en España. Allí, la Izquierda Unida ha propuesto la
implementación de la renta básica universal amparándose en el Artículo23.2 del
Estatuto de Autonomía para Andalucía, que dice así: “Todos tienen
derecho a una
renta básica que
garantice unas condiciones de vida digna y a recibirla, en
caso de necesidad, de los poderes públicos con arreglo a lo dispuesto en la
ley.”
Juan
Torres escribió en el diario El País: “Me
temo que quienes redactaron ese artículo no se tomaron la molestia de
informarse bien sobre el concepto de renta básica y así, en la misma frase que
reconocen el derecho lo desnaturalizan y anulan.”
Para
ello se basa en la definición que de la Basic Income Earth Network –la red
mundial que activa a favor de la RB-, que la describe como “un ingreso pagado
por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o
residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin
tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma,
independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y
sin importar con quien conviva”.
“Por
tanto, la renta básica es un ingreso que, a diferencia de lo que dice el
Estatuto, no se recibiría solo en caso de necesidad sino por el solo hecho de
ser andaluz o de residir aquí”, argumenta Torres, quien dice además que para
implementar el plan habría que dedicarle entre un 30% y un 50% del PBI, algo
impracticable en la realidad.
Pero
otro punto interesante que destaca Torres es que le llama la atención que sea
un partido político de izquierda el que pregona por la RB, dado que no se
explica “que una organización que se declara anticapitalista y que aspira al
socialismo cambie el justo principio de Marx (‘a cada uno según su necesidad y
de cada uno según su capacidad’) por el de la renta básica que podría
expresarse como ‘a todos por igual y de cada uno según su voluntad’.”
“¿Por
qué el Gobierno simplemente no le da a todo el mundo plata?
En
el utópico (¿o distópico?) futuro proyectado por los visionarios tecnológicos,
pocas personas tendrían que trabajar. La riqueza sería generada por millones de
millones por máquinas sofisticadas.
Pero,
¿cómo se ganaría la vida la gente?
Silicon
Valley tiene una respuesta: “Una renta básica universal”, comienza un artículo
del diario The New York Times que presenta las opiniones encontradas de 2
especialistas: Eduardo Porter y Farhad Manjoo.
“¿Por
qué el Gobierno simplemente no le da a todo el mundo plata?”, se pregunta
Porter en otro artículo. “Establece una suma considerable –la línea oficial de
pobreza calcula US$ 25.000 por una familia de 4.
Un
trabajo full time a US$ 15 la hora proveería alrededor de US$30.000 por año- y
dale a cada adulto un cheque mensual.
El
trabajador a salario mínimo que está esperando llegar al día de cobro; la madre
soltera que trata de hacer balance entre el cuidado de su hijo y un trabajo-
todos obtendrían lo mismo.
La
pobreza se acabaría de golpe.
Al
ser universal –eso quiere decir, tanto para el sin techo como para los dueños
del universo– el programa estaría libre de las evaluaciones engorrosas
requeridas para determinar la elegibilidad.
También
se escaparía del estigma típicamente adherido a los programas para los pobres”,
escribe Porter.
“La
idea de la renta básica universal suena extravagante, ¿no?”
Pero
existe un pequeño problema aritmético: Robert Greenstein del Centro de
Prioridades en Presupuesto y Políticas, con tendencia de izquierda, calculó que
un cheque de US$ 10.000 a 300 millones de estadounidenses costaría más de US$ 3
billones por año.
“¿De
dónde vendría ese dinero?”, se pregunta Porter.
“Suma
lo mismo que casi todos los impuestos recolectados por el Gobierno federal.
Nada
en la historia de este país sugiere que los estadounidenses estén listos para
agregar ese tipo de carga a sus impuestos actuales.
¿Reducirlo
a la mitad?
Eso
ni siquiera despejaría la línea de pobreza.
Y
aun así costaría tanto como el presupuesto federal entero sin contar la
Seguridad Social, el Medicare, la Defensa y el pago de intereses.”
Los
pensadores a la derecha resuelven el problema de cómo costearlo simplemente
desfinanciando todo lo demás, programas tan variados como las estampillas de
comida y la Seguridad Social.
Eso,
según Greenstein, aumentaría de hecho la pobreza. Redistribuiría la riqueza
hacia arriba, quitándole plata asignada a los pobres y repartiéndola entre
todos.
El
diagnóstico del desempleo hecho por Silicon Valley
La
popularidad que hoy tiene la renta universal básica viene de un diagnóstico
hecho en Silicon Valley, que dice que la pérdida del empleo y el estancamiento
de los salarios se deben al avance de la tecnología y la robotización de
ciertos trabajos.
Pero
para Porter de The New York Times, si bien es cierto que eso puede estar en el
futuro, no es la realidad de hoy.
“Los
hombres en la edad central de trabajar, de 25 a 54 años, se han estado cayendo
de la fuerza de trabajo desde los ’60.
Todavía
hoy más de 8 de cada 10 estadounidenses en edad central están trabajando.”
Porter
advierte que esta idea, surgida en Silicon Valley, se ha extendido de manera
que hoy se la ha enaltecido en verdad incuestionable, cuando en realidad, los
números muestran otra cosa.
Para
él, es un pronóstico sin sentido el de que los robots nos quitarán el empleo.
Si
esto fuera cierto, la productividad debería estar creciendo rápidamente, y no
lo está.
Porter
cita a Joel Mokyr, historiador económico, quien sostiene que las herramientas y
técnicas que hemos desarrollados recientemente, abrirán prontamente nuevas
fronteras de posibilidad.
Podremos
inventar los materiales precisos que son necesarios para las especificidades de
nuestras casas, autos y herramientas, en lugar de hacer estos con los
materiales que encontremos disponibles.
“La
pregunta es si esto podría producir otra explosión de la productividad como la que experimentamos entre 1920 y 1970,
la que –además- fue mucho más grande que el pequeño boom de productividad
producido por la informática en los ’90.”
Farhad
Manjoo, por otro lado, intenta explicar la visión de Silicon Valley.
Aclara
que ellos piensan que el software no solo alterará el mercado laboral de manera
marginal sino que cambiará fundamentalmente toda la sociedad humana.
Ellos
ven un futuro en el que un pequeño grupo de trabajadores tecnológicos altamente
calificados estarán en la cima, mientras que el resto del mundo dependerá de
los trabajos que emergen de la tecnología hoy, tales como Uber.
A
Porter, la idea de un mundo en el que el trabajo se vuelva superfluo le
recuerda a los libros “Un libro feliz”, de Aldous Huxley o “Rebelión en la
granja”, de George Orwell.
No hay comentarios:
Publicar un comentario