Soy
argentino, soy sacerdote, adhiero profundamente el sistema de gobierno
democrático y NO soy peronista.
Si
no soy peronista, tampoco soy macrista.
No
me identifico con ninguno de los partidos políticos, si bien podría hacerlo a
título personal
Pero
NO como ministro de la Iglesia
Como
sacerdote, soy pastor de todo el pueblo
de Dios
Y
en este pueblo hay diversas ideologías partidarias, en principio, todas ellas
legítimas.
Frente
a expresiones de algunos pastores de mi Iglesia siento necesidad de aclarar:
1.
Que
la Iglesia no adhiere a ningún partido político.
Que si bien hace política está
entendida en sentido amplio, tanto cuanto colabora en la construcción del bien
común… No hace ni debe hacer política partidaria.
2.
Que
dentro de la Iglesia católica, el ejercicio de la política partidaria es
competencia de los cristianos actuando a título personal, ejerciendo su
responsabilidad como ciudadanos.
3.
Que
la Iglesia católica desde el Concilio Vaticano II, sostiene con claridad,
aunque no siempre lo practique, la separación entre a Iglesia y el Estado,
recordando el principio de lo temporal.
4.
Que
ningún partido político puede atribuirse la representación del pensamiento
social de la Iglesia.
5.
Que
los aspectos técnicos de la economía y la política no son competencia de la
Iglesia, sino en lo que ella pueda aportar en cuanto a la dimensión en lo moral
de los mismos.
6.
Me
gustaría recordar, por último la distinción de nuestro querido Papa Francisco:
“Pecadores sí, corruptos NO”
“Pecadores sí, corruptos NO”
7.
Sería
importante que lo pastores de la Iglesia a la hora de hablar, recibir y
compartir Eucaristías con actores de la política, de la economía de la justicia…
tuviéramos presente esta distinción.
Padre
Agustín Espina
Diócesis
de San Isidro
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