Por
Malú Kikuchi
La
Argentina, en silla de ruedas
Después
de su discurso del 1/3 ante el congreso nacional, dando inicio a las sesiones
ordinarias de este año, no se sabe si Alberto Fernández está lleno de buenas
intenciones o si miente a conciencia.
Fue
un discurso lindo, con palabras lindas e intenciones lindas (no todas).
Muchos
qué, ningún cómo.
El
“vamos a crear…”
suena bien.
Pero
nunca explicó con qué, ya que dinero no hay.
Un
catálogo de deseos, algunos buenos, otros que esperemos sean correctos (cambios
en el poder judicial) y lo del aborto
que es inexplicable como propuesta de un presidente al congreso.
Al
campo le mintió.
Dijo
que su gobierno quería que el campo creciera y 3 días después subió las
retenciones un 3%.
Las
4 entidades del campo responden con un paro de 4 días.
La 1ª huelga que
sufre este gobierno.
Todo un récord,
¡a los 90 días de asumir!
Además recuerda
la penosa 125.
Habló
del serio problema económico, no explicó cómo se va a solucionar.
Si
el gobierno tiene un plan económico, más allá de estafar a los jubilados,
no lo dijo.
Hasta
ahora ahorramos en importaciones, gravamos las exportaciones y tenemos al país
paralizado.
El
esperado “boom” de compras, no se dio.
La
inflación baja (el cepo al dólar ayuda mucho), pero no baja en alimentos que es
lo que todos consumen.
No funciona.
Tampoco
habló de las relaciones internacionales, algunas de las cuales se deben
restablecer lo antes posible.
Brasil,
socio en el Mercosur, nuestro gran comprador, de alguna manera fue rechazado
por Alberto.
El
que está en falta es el presidente Jair Bolsonaro, pero este ofreció un
encuentro en la asunción de Lacalle Pou en Montevideo.
Alberto
dijo que “no” por tener que inaugurar las sesiones ordinarias del congreso,
pero le sobraba toda la tarde para entrevistarse con su par brasileño.
Prefirió
volver a Olivos y mirar un partido de fútbol por televisión.
Inexplicable.
Alberto
F que dice admirar tanto a Alfonsín, debería recordar el abrazo de este con el
presidente Sarney que diera comienzo al Mercosur (11/1985, Foz de Iguazú).
Nadie
le pide a Fernández que sea amigo de Bolsonaro, pero la Argentina necesita a
Brasil mucho más que Brasil a la Argentina.
Después
que Sabina Frederic, antropóloga, ministra de Seguridad de la Nación
desmantelara la Subsecretaría de Lucha contra el Narcotráfico, Alberto F
decidió crear un ente similar en San Lorenzo, Santa Fe, por ser esta provincia
aparentemente la más involucrada en ese delito.
No nombró la
guerra feroz entre narcos en la villa 31, que ya lleva varios muertos.
No
es necesario ir hasta Santa Fe para luchar contra los narcos, están en todas
partes.
Y
si esta creación es una forma de federalizar la justicia, se podría empezar por
no amenazar al poder judicial de Jujuy.
Lo que
representa una unitaria y clara intromisión en la provincia.
¿Alberto
F es federal o no?
Su
reforma de la justicia, ¿es para mejorarla?
Le
hace falta, es lenta, sobornable e injusta.
¿O
esta reforma tiene como objetivo la impunidad de los corruptos de los gobiernos
K?
Las
muchas liberaciones de estos días, hace dudar sobre esta reforma.
El
presidente empezó su pieza oratoria con una gran verdad: “La palabra está
devaluada”.
Es
cierto.
Él
la ha devaluado criticando con ferocidad a la que hoy es su vicepresidente y a
la que le debe sus votos.
¿Cuándo
decía la verdad, antes o ahora?
¿Y
quién maneja el gobierno, ¿él o ella?
Alberto
F prometió durante toda su campaña que iba a poner a la Argentina de pie.
Pero
por ahora, sigue en silla de ruedas...
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