"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 2 de marzo de 2020

El verdadero negacionismo es negar la decadencia II


Pasado el hecho, exculparon al Presidente por sus dichos, y todo concluyó con una reunión en la que estuvieron Cortiñas y Pérez Esquivel entre otras personas. Está confirmado que en el encuentro no recordaron aquellos tiempos en los que Fernández era menemista y apoyaba los indultos a terroristas y militares.
Ni el año 2000, cuando nuestro actual Presidente militó integrando conjuntamente una lista de diputados con Elena Cruz, gran admiradora de Videla y organizadora de marchas en su apoyo.
O sea, integraban el mismo espacio con Alberto.
La relatividad moral: un clásico del peronismo y de la izquierda.

En lo que respecta a la oposición, esta semana hubo un episodio llamativo en un acto de apoyo al proyecto de ley a favor del aborto.
En el acto estaban algunas diputadas de Cambiemos (Silvia Lospennato, Camila Crescimbeni, Josefina Mendoza, Carla Carrizo y Brenda Austin) en un escenario frente a la gente congregada al grito de “les cortamos las rutas y les quemamos la Catedral”, en caso de que no saliese la ley.
Cabe destacar lo bajísimo del nivel.
Subir a algunos escenarios tiene su riesgo.
Esto provocó bastante polémica y las diputadas se excusaron diciendo que no estaban cantando (se las ve a algunas de ellas arengando con el brazo y siguiendo el ritmo).
Nada de esto hubiese escalado si se hubieran disculpado.
Terminado el tema.
Nadie cuestiona, además, el derecho de las diputadas a votar lo que crean más oportuno.
El tema es la colonización en las formas.
No se es más feminista por levantar consignas violentas al estilo kirchnerista.
El kirchnerismo envenenó las formas políticas.
Uno espera que el sector republicano se imponga en las formas y no que sea colonizado por los que intoxican el discurso.
No le viene bien a Cambiemos tener clones de lo peor de la política.
Le conviene, en cambio, marcar la diferencia, tanto en el fondo como en las formas.

Pero todo pasa rápido y todo puede ser peor en Argentina, que es el sitio donde la decadencia no descansa y se supera día a día.
El episodio del embajador Scioli votando una ley que habla de eliminar privilegios, pero que tiene un trasfondo peligroso de vaciamiento de la Justicia, supera los peores pronósticos.
Sabemos que la manipulación de la Justicia es el gran objetivo de los sectores más radicalizados del kirchnerismo.
Tienen una obsesión con eso.
Scioli haciendo la V con los dedos después de haber votado y siendo embajador (tiene el plácet concedido por Brasil), creyendo que por eso es pícaro, es una postal de la decadencia política argentina.
No sabía ni qué votaba:
Lo llamaron y fue.
Cuando un periodista le preguntó en detalle por la ley sólo balbuceó tonterías.

Cree que es una broma de asado después de sus partidos de fútbol.
Tenemos algunos de los peores políticos del mundo.
El sindicato del crimen es también tilingo.

Seguir viendo estos episodios y analizarlos como si fuera un país normal forma parte de la enfermedad argentina…

No hay comentarios: