Hace algunas horas se conoció el texto de una nota dirigida por el embajador argentino en los EEUU a los legisladores de ese país en la cual les pide que “rechacen todo intento de los fondos buitres (sic) y sus lobistas de lograr su perverso objetivo”
El embajador se refiere a los impedimentos que a su juicio intentan ejercer los fondos en cuestión para evitar que la Argentina salga del default parcial en que, según la misiva, se encuentra.
Es muy interesante resaltar la posición del Sr. Timerman, que incluye la apreciación de que los fondos buitre intentan boicotear una solución definitiva al canje de deuda con los bonistas que arreglaron con el país en el año 2005.
Al final de este comentario agregamos un link para que nuestros amables lectores puedan leer, si lo desean, la nota periodística completa. Nos limitaremos a analizar algunas cuestiones del planteo referido.
En primer lugar está el hecho en sí mismo con relación a si un embajador está en condiciones de pedir semejante cosa a legisladores del país en el que actúa.
Es decir, si es diplomáticamente viable pedir el rechazo a una posición comercial respecto de valores impagos de la Argentina y si es potable que los legisladores norteamericanos se expidan en la cuestión de manera tal, de influir incluso sobre la justicia de aquel país.
El segundo punto a destacar es si es correcto que el Sr. Timerman califique a los fondos de “buitres” como lo hace reiteradamente, incurriendo en nuestro modo de ver en una obvia descalificación a priori, tanto a los profesionales como a los acreedores a los que pudieren representar tales fondos.
El tercer aspecto es el origen, justamente, de esa descalificación.
Según palabras del propio Timerman, y para ir directamente al grano, de lo que se trata es que tales “fondos” han comprado por monedas títulos en default y ahora pretenden ganar mucho dinero con ellos.
El embajador argentino pretende avanzar sobre la justicia norteamericana a la que, a priori, considera injusta.
Y esto lo decimos no sólo por el contenido de la nota sino porque le hemos oído decir por radio que un deudor de la ex Yugoslavia se veía obligado a pagar una vieja deuda en razón de que un fallo así lo dispuso, cuando el país ya ni existe.
Es decir, para el embajador si quienes intentan cobrar ganan mucho dinero (a su juicio o de quien fuere), o el país de los títulos ya no existe, es improcedente pretender obligar al pago.
Es, dicho con todas las letras, inmoral hacerlo.
Un aspecto no menor es que ahora se admite que la Argentina sigue en default, cuando hasta hace apenas dos meses la deuda de quienes no se habían presentado al canje de 2005 había sido borrada mediante una ley. Lo cual, por otra parte, no resulta en calificaciones de inmoralidad, ilegitimidad y mucho menos de comportamiento “buitre”.
Por si cupiera alguna duda, el comentario sobre la ex Yugoslavia es de una claridad meridiana.
Si el país desapareció, desapareció el motivo de la deuda.
El dinero prestado en su momento y que fue utilizado no debe ser devuelto.
Esta es la posición mental, moral, diplomática y hasta ética de nuestro embajador en la principal potencia del planeta.
También se alude en la nota que estamos comentando a los “paraísos fiscales” donde al parecer están domiciliados los fondos “buitre”.
La verdad es que no parece quedar títere con cabeza.
Los países que legalmente son considerados como “de baja o nula tributación” merecen la descalificación diplomática de ser llamados “paraísos fiscales” que acunan en sus territorios a “buitres” que quieren cobrar “mucho” cuando no les corresponde porque los deudores no existen más como país armónico e independiente o cuando, como en el caso de la Argentina, parecen haber tomado nota de que la inmoralidad intrínseca del festejo por el “pelito al campo” se le ha vuelto como un bumerán con más pena que gloria.
Cuando nuestro país de manera peligrosa e inmoral decidió no pagar sus obligaciones, cometió una falta ética imperdonable.
Cuando a su vez decidió borrar de un plumazo a quienes no aceptaron las migajas que se le reconocían en 2005, volvió a abusarse de su posición antiética pensando, tal vez, que no habría consecuencias.
Cuando el Dr. Lavagna o el Dr. Kirchner decían públicamente que quienes les habían prestado dinero a la Argentina a tasas tan altas “sabían de los riesgos”, también actuaron de manera cuando menos inadecuada para con los que de buena o mala fe le habían prestado dinero al país.
La posición argentina ha sido antiética, inmoral, canallesca y hasta cargada de cinismo. Y eso es lo que a nosotros nos interesa resaltar.
Descalificar a los fondos que quieren cobrar los bonos soberanos argentinos parece ser una vez más la metodología kirchnerista para saldar problemas.
Siempre son los otros los malos y los injustos.
Todo lo que nosotros hicimos estuvo bien.
Como ocurrió y ocurre con tantos otros temas, parecería ser que los funcionarios del gobierno argentino no conocían de ante mano las reglas del juego y se desayunaron ahora. Desde la 125 hasta Redrado, desde el diario Clarín hasta las privatizadas, todo cae en la misma bolsa de la maldad humana descubierta por la santidad moral del matrimonio gobernante.
Los fondos “buitre” son en realidad estudios profesionales que intentan cobrar a quienes no honraron sus obligaciones. Y eso es lo que hizo la Argentina.
No es lo que hicieron Chile, Uruguay o Brasil pese a que su pasado cercano fue bastante similar al nuestro.
Estamos tentados de recordar el dicho: “el que roba a un ladrón...” pero tal vez es demasiado fuerte.
Pero es bien claro que los argumentos utilizados por nuestro embajador en EE.UU, y que sin duda ni son originales ni son propios dada su investidura, pretenden una vez más poner la culpa en los otros. Dado que nos exigen “mucho” y que “compraron por monedas” no tienen derecho a reclamar.
No nos parece bien el “pobrismo” si éste puede influir en la justicia norteamericana que en definitiva es la que debe juzgar los actos vinculados con ese país.
Ninguna ley en la gran nación del norte podría ser retroactiva o anular derechos adquiridos, como tan fácilmente ocurre entre nosotros.
No nos parece bien e incluso puede que nos parezca mal que alguien intente aprovecharse de una situación compleja para obtener mayores ganancias.
Pero esas son las reglas del juego y nadie en EE.UU va a ir en contra de la propiedad privada ni negar los derechos del acreedor que muestra un título que dice que alguien debe pagar por él.
Esto, aunque resulte muy antipático, es lo que hizo grande y poderosa a la Unión Norteamericana.
La verdad es que la Argentina se puso en la posición que se puso porque quiso. Porque nosotros somos muy piolas.
Tan piolas que no pensamos que existen estados donde la justicia funciona, las leyes no se anulan, los contratos se cumplen y las obligaciones se pagan.
Y hay un dato final que no queremos dejar de señalar con toda la vehemencia que podemos: Timerman sugiere que la justicia es injusta y que él sí es justo.
Él y el país que representa (el nuestro)
Un país que no ha honrado sus compromisos, que ha festejado a los gritos el no pago de la deuda, que ha elaborado una ley desconociendo derechos adquiridos de los acreedores para luego “suspenderla” por unos años reconociendo que sí existen esos acreedores. Pero que, si bien existen, que no pretendan cobrar demasiado, ni que vengan a reclamar luego de cumplido el año de “suspensión”.
Este es el triste retrato de la ética del kirchnerismo. Lamentablemente.
HÉCTOR BLAS TRILLO
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La Argentina denunció en Estados Unidos el lobby de los fondos buitre
El embajador argentino en Washington mandó una carta a los legisladores en la que acusa a dos fondos de "boicotear" la solución de la deuda externa
El embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman, envió una carta a los miembros del Congreso norteamericano en la que denunció un "boicot" y un "intenso lobby" en ese ámbito por parte de los "fondos buitres" para impedir la reapertura del canje de deuda.
En una misiva titulada "Porqué los fondos buitre boicotean la solución de la deuda argentina", el diplomático denunció ante el Capitolio que esos acreedores "llevan a cabo un intenso lobby en el Congreso de los Estados Unidos para presionar a la Argentina apagar los bonos que no ingresaron al canje de 2005 y que ellos han estado comprando por centavos luego del default"
"Dos fondos buitres con domicilio en paraísos fiscales y sus lobistas han comenzado un ataque sistemático para impedir un acuerdo entre las partes", advirtió Timerman.
En la carta, señaló que "pocas horas después de que el gobierno argentino anunciara en diciembre su intención de reabrir las negociaciones con los acreedores que no aceptaron el canje de 2005, los fondos buitres manifestaron su desacuerdo".
Según el representante argentino en Washington, esa respuesta fue porque Argentina "no mejorará la oferta de 2005"
"Como lo aclaró Paul Singer, fundador del fondo buitre Elliot: Nuestro objetivo prioritario es encontrar situaciones de bancarrota en las que nuestra capacidad para controlar o influir el proceso es el formador de valor´", citó Timerman y afirmó que Elliot Fund "es el cerebro y bolsillo de los lobistas en el Congreso" norteamericano.
En la carta dirigida a cada uno de los legisladores, el embajador señaló:
"Como sé de su interés, compartido por el gobierno argentino, en lograr una solución definitiva al tema de la deuda externa, es que deseo alertarlo que dos fondos buitres con domicilio en paraísos fiscales y sus lobistas han comenzado un ataque sistemático para impedir un acuerdo entre las partes"
Timerman le puso nombre y apellido a esos grupos y afirmó que son "Elliot Associates de Cayman Islands y EM Limited, también con sede en Cayman Islands y liderado por Kenneth Dart, quien renunció a su ciudadanía para no pagar impuestos en los Estados Unidos"
"Ambos grupos unieron esfuerzos para boicotear la reapertura del canje" detectándose también "la ejecución de operaciones financieras tendientes a bajar los precios de los bonos argentinos que podrían entrar en el canje como forma de pago", advirtió.
Y sostuvo que esos fondos "son conscientes de que la reapertura de las negociaciones puede dar lugar a una tasa de adhesiones cercana al 90% del total de la deuda que entró en default en el 2001" y que "semejante nivel de acuerdo pulverizaría el argumento de que la oferta argentina es inaceptable".
Por eso, continuó el embajador argentino en Estados Unidos, "es mi propósito reiterar en esta carta la firme intención de mi gobierno en avanzar con las políticas que permitan la superación del estado de default parcial en el que se encuentra la Argentina, lo que incluye naturalmente concluir las negociaciones con los holdouts que no se acogieron al canje de 2005"
"Ante este hecho inaudito de querer impedir una solución definitiva a la cuestión, es que le pido rechace todo intento de los fondos buitres y sus lobistas de lograr su perverso objetivo", sostuvo Timerman dirigiéndose a cada legislador.
Sobre el final de la carta, según informó Télam, el diplomático afirmó que "el pueblo y el gobierno de mi país desean fortalecer los vínculos de amistad para que nuestras sociedades avancen en paz"
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
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