La
fortuna de la ex presidenta
A
partir del 16 de mayo, tres días después de que la procesaran por el dólar
futuro, les cedió 13 valiosos inmuebles a sus hijos. Stolbizer la denunciará.
Nicolás Wiñazki
Cuando
era Presidenta, y pontificaba sus verdades en actos difundidos por la cadena
nacional de medios públicos y privados que se permitía usar como Jefa del
Estado, Cristina Fernández se enojó con un hombre que había presentado ante la
Justicia un amparo para poder saltear el corralito a la compra de moneda
extranjera impuesto por su Gobierno.
El
hombre quería regalarle a sus nietos diez dólares, pero no podía comprarlos de
modo legal.
Lo trató de
amarrete.
Para
ella, aquel obsequio era una cifra menor.
La
abogada exitosa Cristina Fernández de Kirchner era entonces, en junio del 2012,
una Presidenta millonaria. Tenía
declarada una veintena de propiedades y millones de pesos en ahorros.
Ya no es dueña
de ese patrimonio.
El
13 de mayo pasado, la ex mandataria fue procesada por “administración
fraudulenta en perjuicio de la administración pública” en la causa conocida
como “dólar futuro”, instruida por el juez Claudio Bonadio.
El
magistrado la procesó por esa trama y también le trabó un embargo por 15
millones de pesos.
El
16 de mayo, o sea, después de ser procesada en ese expediente, la ex Presidenta cedió al menos 13 de sus
propiedades a sus hijos.
El
artículo 149 del Código Penal tipifica maniobras de ese estilo como un posible
delito:
El de
insolvencia fraudulenta.
Cristina
habría realizado esas operaciones para evitar ser embargada en otros
expedientes en los que está comprometida, como el caso Hotesur, en la que se la
investiga por tráfico de influencias y lavado de dinero.
Los
trámites sobre este desprendimiento súbito de la flamante abuela Fernández -el
viernes nació su tercera nieta, Emilia, hija de su primogénito Máximo-,
ocurrieron justo en los tiempos en los que la Justicia comenzó a acecharla.
Mañana,
la diputada Margarita Stolbizer y su abogada Silvina Martínez, denunciante de
la ex Presidenta en el caso Hotesur, le presentarán al fiscal del caso, Gerardo
Pollicita, esta y otra información.
Stolbizer
y Martínez explican su tesis así:
“Destacamos
en el informe la titularidad de los inmuebles, toda vez que a pesar de las
investigaciones que se están llevando a cabo e inhibición de bienes dispuesta
en la causa N° 5048/2016 sobre Cristina Kirchner, cedió sus bienes inmuebles a sus hijos y estos pueden desprenderse
fácilmente de ellos, tornando así ilusoria cualquier pretensión de recupero
de activos producto de actividades ilícitas”.
La
enumeración de la denuncia que adelanta Clarín es un resumen de un informe más
completo que llegará a manos de Pollicita.
Hotel Los
Sauces, de la familia Kirchner.
Tiene
el mismo nombre que la empresa inmobiliaria, pero no es controlado por ella.
Entre
otros ejemplos, se mencionan los que vienen a continuación.
La
casa que ella tenía en la localidad de Monte Aymond, Río Gallegos, Santa Cruz,
fue adquirida junto a su esposo Néstor Kirchner en 1979, cuando el país era
gobernado por el dictador Jorge Rafael Videla.
Hace pocos meses
pasó a estar nombre de su hijo Máximo.
Su
departamento de la calle Juncal al 2100, en La Recoleta, Buenos Aires, comprado
también bajo la dictadura de Videla, en 1980, ya no está a su nombre.
Fue cedido
también a Máximo y a su hija Florencia.
Fernández
de Kirchner le “regaló a sus hijos, además, dos de sus principales negocios
hoteleros, paradójicamente investigados en el caso Hotesur.
Uno
es el Hotel Las Dunas (Fracción C1a, según la tipificación municipal) levantado
frente al imponente Lago Argentino, en El Calafate.
Lo
mismo ocurrió con el hotel Boutique que su familia construyó en El Calafate,
llamado Los Sauces para el comercio, y como Quinta 10 por la municipalidad.
Como
parte del mismo negocio, también la madre les entregó a sus hijos el otro
sector de ese comercio turístico, hoy
cerrado.
Son más de 10
mil metros cuadrados identificados en la burocracia como “Quinta 178”.
Florencia
y Máximo también son flamantes propietarios de otro departamento en Buenos
Aires que pertenecía a su madre.
Ella
se los cedió en mayo pasado:
Este
piso que está ubicado en la calle Uruguay al 1300, en La Recoleta.
Néstor
Kirchner lo había comprado en 1999.
Una
casa de Orkeke al 400 en Río Gallegos, Santa Cruz, alquilada durante mucho
tiempo al socio familiar, Lázaro Báez, también fue cedida por la ex Presidenta
a sus hijos.
Sus
padres la habían comprado también cuando la República Argentina no eran tal:
El
1 de junio de 1980.
Lo mismo pasó
con la “Parcela 7 Manzana 192B de la misma ciudad, El Calafate: son 18.258
metros cuadrados, un terreno baldío valuado en varios millones de pesos.
Está
ubicado en el barrio de la ciudad santacruceña conocido como “Aeropuerto
viejo”.
La
ex Presidenta le “regaló” también a Máximo y Florencia otra gran propiedad en
El Calafate.
Es la fracción
CLIX, o sea, 44.106 metros cuadrados ubicados en una zona urbanizada del
nordeste de la ciudad.
Tiene
una vista privilegiada a las aguas azules y violetas del Lago Argentino,
descubierto por Francisco “Perito” Moreno.
Las
tierras y las aguas que el “Perito” transitó para lograr aquella hazaña, son hoy, en casi su totalidad,
propiedad de la familia Báez.
La casa en la
que Máximo Kirchner montó su inmobiliaria, ubicada en el número 496 de la
calle de apellido ídem, era de Cristina
Fernández.
Ahora
es de sus hijos.
Lo
mismo pasó con un local que la ex Presidenta tenía en Chacabuco y Alcorta, Río
Gallegos.
Ese
inmueble había sido comprado por el matrimonio K, gracias a sus esfuerzos como
abogados, el 1 de junio de 1982.
El
dictador que aterraba a la ciudadanía ya no era Videla.
Era
Galtieri.
En 2006, bajo la
Presidencia de Néstor Kirchner, su esposa compró un terreno en El Calafate a
precio fiscal, 7,5 pesos el metro cuadrado.
En
2008, la ex mandataria, sucesora de su marido, cedió por primera vez parte de ese predio.
Fue
a Lázaro Báez.
La mitad que le
pertenecía ahora es también de sus hijos.
Sus
herederos son también los nuevos titulares de la casa en El Calafate que habita
su madre, y en la que murió su padre.
Es la Parcela 5,
Manzana 42C v Parcela 5H Manzana 42C.
Todas
las cesiones de propiedad descriptas en esta nota desarrollaron la misma
dinámica, según Stolbizer y Martínez:
Aunque
aparecen cedidos por Máximo y Florencia a la empresa familiar Los Sauces S.A, esa transferencia de dominio nunca se
concretó.
Eran
de su madre.
El
cambio de dominio que sí se produjo fue el que en mayo pasado Cristina
materializó a favor de sus hijos.
El
escrito que mañana presentarán Stolbizer y Martínez ante la Justicia aporta
también información sobre negocios cruzados que la familia K tenía con su socio
Báez -hoy procesado con prisión por lavado de dinero debido a la causa “La Ruta
del Dinero K”-, al que el fiscal
Pollicita describió en dos dictámenes como el principal eslabón de una
asociación ilícita “criminal” que los Kirchner montaron desde el Estado para
vaciar las arcas públicas con negocios irregulares de obra pública.
Cristina
Fernández tiene fecha de indagatoria en esa causa.
Si
ninguna argucia legal logra postergar esa declaración, la ex Presidenta deberá
explicar por primera vez ante la Justicia sus negocios con Báez el 31 de
octubre.
Las
autoridades judiciales podrían procesarla.
Si
dicen embargarla, se encontrarán que ya no tiene casi nada de lo que alguna vez
tuvo…
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