Y nos va a
terminar costando miles de millones de dólares a los argentinos
La intervención
del Grupo Vicentín, anunciada esta tarde por el Gobierno Nacional, es ilegal e
inconstitucional, desautoriza al Congreso y el Poder Judicial, da un primer
paso en el camino para estatizar el mercado agropecuario, repite experiencias
anteriores que nos terminaron costando muy caras a los argentinos (como las
expropiaciones de YPF y Ciccone) y confirma que las amenazas recientes al final
eran compartidas por el resto del frente oficialista.
En
síntesis, es una medida innecesaria y peligrosa, de consecuencias
impredecibles, que deteriora la confianza en el país y cierra la puerta a las
inversiones necesarias para salir de la crisis generada por la pandemia.
1.
El anuncio es ilegal y pasa por encima
del Congreso y el Poder Judicial. El Estado sólo puede intervenir empresas con
una ley del Congreso, que por ahora no existe. Eso convierte el anuncio en
ilegal e inconstitucional.
Para
poder avanzar hoy, el Gobierno publica un DNU en el que crea la figura de
“intervención estatal de empresas”, inexistente hasta hoy y que viola la
propiedad privada consagrada en la Constitución. Además, pasa por encima de la
autoridad del juez a cargo del concurso de acreedores del Grupo Vicentín,
encargado de garantizar los derechos de los acreedores y deudores de la
empresa.
2.
Es el primer paso para romper el mercado de granos. Con la excusa de la
“soberanía alimentaria”, un concepto rechazado por la OMC y la FAO de Naciones
Unidas, la expropiación de Vicentín puede ser el primer paso del Gobierno para
avanzar en una mayor regulación del mercado de granos, que funciona bien y es
la principal fuente de divisas del país. Quién sabe si su ambición final no es
volver a una Junta Nacional de Granos, el viejo anhelo de una parte de la
coalición oficialista.
3.
Usa un modelo que ya fracasó y que nos costó carísimo. El kirchnerismo ya hizo
esto con empresas como YPF, Ciccone, Aerolíneas Argentinas y Aguas Argentinas,
a las que expropió por decreto con un discurso triunfalista y por las que
después los argentinos tuvimos que pagar miles de millones de dólares en
juicios y haciéndonos cargo de sus pérdidas. Con Vicentín va a pasar lo mismo.
Es una empresa que tenía problemas y deudas cuya responsabilidad era de sus
accionistas. Ahora esos problemas y esas deudas son de todos los argentinos.
4.
Empresas en problemas por la cuarentena corren el mismo riesgo. Si la excusa
para expropiar Vicentín es que estaba en problemas, ¿qué seguridad tienen las
miles de empresas argentinas hoy al borde de la supervivencia por las
restricciones impuestas durante el aislamiento social obligatorio? Después de
lo de hoy, cualquier empresa tiene razones para sospechar que cualquier ayuda
estatal podrá ser usada en su contra en el futuro cercano.
5.
Lo que nos venían adelantando algunas “mentes avezadas” kirchneristas hoy es
una realidad y verdad. El anuncio de hoy muestra una clara intención de avanzar
con la participación estatal en empresas, a pesar de haber sido desmentida por
el Presidente Fernández en Formosa. Hoy nadie dijo el famoso “¡exprópiese!”
chavista, pero la oposición y la ciudadanía debemos estar en pie de alerta.
Firman:
Alfredo
Cornejo (Presidente UCR)
Patricia
Bullrich (Presidente PRO)
Maximiliano
Ferraro (Presidente CC- Ari y bloque de Diputados)
Luis
Naidenoff (Pte Bloque Senadores UCR)
Mario
Negri (Pte Bloque Diputados UCR)
Humberto
Schiavone (Pte Bloque Senadores PRO)
Cristian
Ritondo (Pte Diputados PRO)
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