¿QUÉ
PASA MACRI?
Por Pablo Dócimo
Fuente:
Tribuna de Periodistas
El
verdadero cambio económico todavía no aparece
Es
indudable que desde hace muchos años la República Argentina viene sufriendo un
considerable deterioro, tanto en lo político, como en lo económico y lo social.
A
lo largo del tiempo se fueron sucediendo presidentes militares y civiles,
radicales y peronistas, muchos más Ministros de Economía con distintos planes
económicos e innumerables Legisladores, pero las crisis se sucedieron una tras
otra.
Seguramente
sería muy difícil encontrar en nuestra memoria, algún político en general, al
que recordemos con una buena imagen.
Es
evidente que todavía nadie pudo encontrar la solución, a pesar de que cada vez
que escuchamos hablar a alguno de ellos parecería que, según su óptica,
realizan un perfecto diagnóstico del panorama, como si en vez de ser quienes
tendrían que solucionar los problemas fuesen perfectos analistas políticos.
Pero
lamentablemente, mientras no se ataquen a las verdaderas razones de nuestros
males, nunca vamos a encontrar la solución.
El primero de
ellos,
del cual nuestros mandatarios forman parte, es el gigantesco sistema
burocrático administrativo del Estado.
Un
Estado que cuenta con muchos más empleados de los que tendría que tener, con
una ineficiencia notable, un derroche excesivo de recursos económicos y
propicio para crear un terreno harto fértil para fomentar hechos de corrupción
de todo tipo y color.
En segundo lugar, nuestro país
cuenta con uno de los sistemas impositivos más perversos del mundo, donde
encontramos impuestos realmente distorsivos, como por ejemplo el IVA del 21 por
ciento y otros que se pagan varias veces y de distintas formas, como Ingresos
Brutos y Ganancias, siguiendo con una extensa lista de obligaciones
provinciales y municipales.
Todas
estas “contribuciones” fiscales, no hacen otra cosa que encarecer los productos
o servicios, produciendo un lógico deterioro en el poder adquisitivo y tentar a
la evasión a quienes deben tributar.
Por
último, tendríamos que tomar conciencia de que si queremos o pretendemos ser un
país desarrollado, deberíamos aplicar una política económica desarrollada, cosa
que nunca se llevó a cabo en La Argentina...
Muy
por el contrario, ya desde la época de la colonia, siempre tuvimos una economía
regulada o controlada.
Basta
con mirar a los países exitosos para darnos cuenta de cuál es el camino a
seguir, por lo menos en lo que a economía se refiere.
Estos son los
verdaderos males que nos aquejan, pero nuestros dirigentes en general, y los
peronistas en particular, se empeñaron en decirnos que somos un país
sometido, oprimido, hostigado por el FMI, el Banco Mundial y las empresas
multinacionales, a lo que el kirchnerismo sumó un nuevo enemigo, los “ fondos
buitre”, en vez de aplicar una economía moderna, abierta, que aliente a las
inversiones y genere empleo, con un sistema impositivo justo y equitativo que
distribuya los ingresos de una manera ordenada, transparente y sin despilfarro,
a través de un Estado eficiente y que responda de una manera efectiva a las
necesidades de la ciudadanía.
.
El gobierno de
Mauricio Macri prometió un cambio.
Sin
embargo nada se habla sobre alguna reforma impositiva.
El
sistema administrativo del Estado sigue siendo tan deficitario e ineficiente
como siempre, y solo se ve un tibio cambio en una insipiente apertura económica
que todavía no da sus frutos.
Si
el gobierno no reforma radicalmente el
sistema impositivo y reduce drásticamente el aparato burocrático administrativo
estatal, difícilmente podamos crecer económicamente, y mucho menos podamos
progresar como Nación.
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