27
de octubre: ¿una fecha fatal?
Los
niveles de pobreza explican el triunfo del kirchnerismo.
Los
políticos argentinos no han entendido que no se pueden violar las leyes
económicas sin sufrir efectos desfavorables.
Las
Paso fueron un baldazo de agua fría en pleno invierno.
El
cachetazo que el Frente de Todos dio en las urnas a Juntos por el Cambio
resuena todavía y más porque nadie estaba preparado para tanta diferencia.
Los
niveles de pobreza explican el triunfo del kirchnerismo, sin embargo, los
mercados esperaban otro resultado, por eso reaccionaron con entusiasmo ante
encuestas que presagiaban un segundo mandato del Presidente.
Es
que el contrincante era mucho peor.
Doce
años fueron más que suficientes para que muchos no desearan volver a un pasado
vapuleador.
Lo
cierto es que el susto depreció aún más el peso, y como siempre, los agentes
económicos corrieron a vender activos, el riego país se fue a las nubes y el
escepticismo por el futuro del país hizo inclinar la cabeza, una vez más, ante
otra oportunidad perdida.
Un
segundo gobierno de Mauricio Macri permitía la esperanza, aunque sea mínima, de
un cambio de rumbo, aunque fuera inducido por el Fondo Monetario Internacional,
que no accedería a reestructurar la deuda sin exigirle al Gobierno las reformas
necesarias para atraer las inversiones
que, urgentemente, reclamaba la economía para despegar.
LOS
MUCHACHOS DE ANTES
Con
el resultado electoral se nos congeló la foto de los muchachos de antes.
La
depresión apareció cuando recordamos a los actores de la película:
Cristina,
Alberto Fernández, Magario, Kicillof, De Pedro, Máximo, Aníbal Fernández,
Boudou, De Vido, José López, Cristóbal
López, Lázaro Báez, Luis Ricardo Jaime, D’Elía, Roberto Baratta, Milagro Sala,
Fernando Esteche, Carlos Zannini, Fabián de Sousa, la Cámpora….
Éste es el
pasado que representa la coima, el robo al Estado, las relaciones oscuras con
Irán , con los dictadores Chávez, Castro, y Maduro.
Si
esta gente regresa al poder, de una cosa podemos estar seguros, pondrán sus ojos más en el dinero que en los
derechos de los ciudadanos.
No
hay sustento político más sólido para un Gobierno que la fe y la confianza que
en él deposita la gente y eso se
logra con la autoridad moral de quienes ejercen las funciones públicas.
¿Son
éstos los hombres que lograran la recuperación nacional?
No
todos se acordaron, en el momento de votar de las valijas, el convento, la
Rosadita, los caminos que no llevaban a ningún lado, las estancias, autos y
otros bienes adquirido por funcionarios con el dinero del Estado, la corrupción
en gran escala perpetrada desde el Gobierno.
Solo quienes podían llegar a fin de mes.
El
gobierno no había cumplido con la promesa de disminuir la pobreza y la mayoría
se lo hizo sentir.
La
película sigue con final abierto .
¿Cómo
será el Gobierno de Fernandez&Fernández si ganan otra vez el 27 de octubre
con amplia mayoría?
Es muy probable
que la recuperación de la economía, venga por el lado del gasto público, aumento
de la inflación, el control de cambios y de precios.
El
Gobierno se reservará las decisiones fundamentales de dónde invertir, la
producción será dirigida por el Estado por lo cual aumentará la ineficiencia.
Por
lo tanto, las relaciones con el mundo desarrollado y democrático se tornarán
mucho más difíciles, incluyendo a nuestro más importante socio comercial,
Brasil.
Los capitales serán reacios a venir salvo, tal
vez, los de China o Rusia, si se le dan pingues negocios.
Los capitales
buscarán países más creíbles, donde las empresas se sientan más seguras lejos
del saqueo del Gobierno.
Se
afirmará la inconducta económica:
Aumento
del gasto público y de la burocracia,
del déficit fiscal, sustitución de importaciones, no se ajustará la emisión al
incremento de la producción de bienes y
servicios, dejarán de cumplir los compromisos internacionales para restablecer
el crédito perdido.
La
vicepresidente se animará, una vez más, a hostilizar con
palabras y hechos a EEUU y a otros países que apoyaron al presidente Macri,
como también a los grandes empresarios, incentivando el odio a los ricos, para
poder esquilmarlos alegremente como lo hizo con el campo, el único sector
productivo que crece sin la ayuda del Estado, cuando lo dejan en paz.
Los
políticos argentinos no han entendido que no se pueden violar las leyes
económicas sin sufrir efectos desfavorables.
Van
a seguir poniendo parches para resolver la crisis sin preocuparse por sus
orígenes.
Salvo
que ocurra un milagro, como sucedió en los 90, cuando un peronista se decidió a
encarar el rumbo hacia una economía capitalista, la pasaremos mal.
El
final de la película puede terminar en una hiperinflación.
La
única manera de salir de las medias tintas es decidirse, cuando pase el susto,
como lo hizo Menem, a liberar a
economía, acabar con el intervencionismo estatal, reducir el déficit
fiscal, contener la inflación y estabilizar el valor de la moneda, dando además
coherencia y estabilidad a las medidas económicas destinadas a crear las
condiciones adecuadas a una economía capitalista donde las empresas no teman
las continuas y arbitrarias modificaciones. Lamentablemente, nuestro país,
desde 1943, fue modelado por el estatismo, el dirigismo, el socialismo, el
corporativismo, no solo en la ideología, sino también en la práctica, por eso
cuesta tanto un cambio enriquecedor.
La
elecciones de octubre debieran, al menos, restar votos al Frente de Todos para
evitar que los Frankesteins puedan jugar con los tres poderes.
Hay
que lograr, con el esfuerzo y la concientización de la gente, elevar el número
de legisladores de la oposición, gente con peso político que puedan cuestionar
las decisiones presidenciales, de lo contrario, la política, la economía y las
instituciones, estarán condicionadas a sus objetivos.
No habrá control
sobre un Gobierno que hace pocos años
fue una mafia dedicada a esquilmar al Estado .
Por
eso referentes de la oposición, que no apoyen medidas arbitrarias en el
Congreso, son indispensables para evitar
el autoritarismo.
Recordemos
que la sociedad civil, en la actualidad, no está fortificada por la actividad
privada. Hay pocos poderes independientes del Estado que puedan oponerse y dar
batalla si se deciden concentrar el
poder, cosa que nos convertiría en sus siervos, aumentando la regulación y el
control sobre la vida y la acción de los
ciudadanos.
Salvar
la República y la democracia, de la vetusta monarquía kirchnerista, no es poco,
si no garantiza la felicidad, ser hombres completos, algo imposible, nos
permite ser libres y elegir cómo será nuestra vida.
Elena
Valero Narváez
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